miércoles, 19 de abril de 2017

ALBA RUEDA, AMOR POR LOS CABALLOS.


“Mujeres que aman a los caballos” escrito por Alba Rueda. Un gran libro de una gran mujer, muy fácil de leer, sus historias te enganchan y no es posible parar hasta llegar al final. No leer este libro es perderse un montón de relatos que hablan de amor, de lealtad, de sufrimiento, de vida. Y si además seas o no seas amante de los caballos, si no lo lees te perderás el saber donde encontrar la esencia de este bello animal. Si tienes tiempo estúdialo, es algo enriquecedor para tu persona. Es un viaje en el que Alba te envuelve y te hace tirar hacía delante, un viaje real porque existe y te lleva por Escocia, cada vez más al norte, volviendo a recordar el que realizo veinte años antes.
Son muchas las sensaciones que he sentido al adentrarme en sus páginas. En el libro nos habla de música celta entre otras la de Maggie Macinnes y la Bill Douglas, estar leyendo este libro y escuchar esta música es una delicia. No se por qué, pero Alba, me hizo tener esa curiosidad de conocer y escuchar la música que ella escucho en su viaje.
Las historias de una mujer que ama a los animales, nos cuenta como llego y se fue de su vida un perro blanco llamado “Pachu” y la historia de “Flora” una yegua poni torda a la que saco del maltrato, suya es esta bonita frase «todo el bien que haces en la vida, te es devuelto». Cuenta su vida anterior, su deseo como dice ella de «inventarse de nuevo», dejar todo y empezar de cero. Habla de su familia y de momentos vividos, cuenta anécdotas y curiosidades.
Viajando por Escocia, llego a Inchnademph, donde fue recibida por una mujer, que junto a otra llevaban un refugio de caballos maltratados a los que ayudan a recuperar la confianza en el ser humano. Regresó al Castillo de Ardveck, lugar donde se perdió hace veinte años y nos cuenta la inquietante historia del pastor, «solo tienes que recordar quién eres y encontrar el camino» una frase igual que otras nos hacen reflexionar. Con estas dos mujeres Rhiannon y Finn, Alba comenzó a ver a los caballos de forma diferente, vio que el poder de los caballos es el que nos hace ver dentro de nosotros. Conoció la doma natural, que para tener una buena relación con los caballos, debemos confiar en nosotros mismos y en ellos.
La herencia de la cultura Celta la vemos en sus costumbres, la bonita historia que cuenta el significado de recoger la lana que pierden las ovejas, para «hacer ovillo y tejer sueños». La memoria del agua que aparece en varios relatos. La relación del pueblo Celta durante su historia con los caballos, y la importancia de “Epona” como la diosa de los caballos. Los celtas consideran que un perro blanco representa protección, lealtad y guía. Las creencias y la sabiduría Celta sobre el respeto por la naturaleza, su participación e implicación en protegerla, al igual que integrarse en ella.
Historias y leyendas como la de la hija del Conde de Rothes “Lady Vivianne”, de princesas, de castillos, de pozos y whisky. En las que encontraras cantidad de frases que nos hacen reflexionar sobre  nuestra vida y lo que hacemos con ella.
Llega el momento de tomar decisiones y de cambiar de vida. Si lees con cuidado, en el libro encontraras como sentir que el corazón se te hace más grande. Que los caballos a través de sus gestos te pueden advertir y ayudarte a elegir el camino. Aprende de ellos a vivir sin miedos. Sus caballos «sanadores del alma».

David Muriel Holgado.

jueves, 6 de abril de 2017

LA CONCIENCIA EQUINA DE DANIELA CERQUETTI.

Fotografía de Paula Barco.

https://concienciaequina.wordpress.com

Este es el blog de una mujer apasionada del caballo, muy joven, más de lo que esperaba, su sonrisa y su cara transmiten paz, alegría, sensibilidad y dulzura. Sosegada pero con muchas inquietudes. Nuestros caminos del caballo se cruzaron en el Santuario Winston. http://www.asociacionwinston.org Bonito lugar al que acudimos muchos de los que queremos ayudar a conseguir una mejor vida para el caballo, exenta de maltrato y abandono. En contra de cualquier trato que cause dolor físico y psíquico al caballo y a cualquiera de las especies.
            Solamente unas palabras para invitaros a que leáis sus artículos. Donde encontrareis una visión muy particular de tratar con caballos, afortunadamente mucha gente se está uniendo a ella. Estableciendo con el caballo una relación de amistad, desde la libertad y no desde el control. Desvelándonos la fórmula para conseguir una conexión real con el caballo. Indicándonos como debemos estar en el presente y que nuestra conciencia sea plena para que sintamos lo que ocurre dentro de nosotros y a nuestro alrededor.
        Deja claro que el caballo tiene grandes capacidades cognitivas, que debemos aprovechar en beneficio de ambos. Que el jinete no tiene otro remedio que ofrecer un manejo respetuoso a su caballo y que la relación con él no sea solamente la de entrenar y competir.
             «El caballo no analiza, solo SIENTE...» una de las frases que encontrareis en el blog de Daniela Cerquetti.
           Estaremos pendientes de las nuevas publicaciones, para ver lo que nos cuenta y deleitarnos con sus escritos hechos desde el corazón, llenos de verdades.
            No quería analizar, solo exponer unas impresiones que he sentido y quería compartir desde aquí con vosotros.
           

David Muriel Holgado.

lunes, 3 de abril de 2017

NUESTRO EGO Y LOS CABALLOS.



Entendemos el ego a nuestra manera. A muchos maestros del mundo del caballo les he oído decir que no debemos actuar con ego, que cuando estemos con el caballo hay que estar sin arrogancia, hay que ser muy auténticos. Haciendo un pequeño estudio del ego, sobre todo de las enseñanzas del filósofo y pensador Wayne Dyer “el padre de la motivación”, he llegado a conclusiones y estas nos pueden servir no sólo para estar con los caballos, sino para ser cada día mejores en nuestra vida.
La autoestima es necesaria, necesitamos valorarnos a nosotros mismos positivamente. Es importante amarse a sí mismo, ese amor propio nos lleva a amar a los demás, para eso necesitamos la autoestima.
El ego es el yo, yo, y yo. Un exceso de autoestima que nos hace exaltar nuestra propia personalidad. Luchamos para que todo gire a nuestro alrededor y necesitamos ser el centro de atención. Por nuestro ego, el hombre se cree con derecho a modificar la naturaleza y a dominar a los animales.
El caballo nos enseña que es mejor vivir sin ego, él no lo tiene, por eso no tienen la capacidad de odiar, no se frustra como nosotros, no pelea con las personas, ni persigue a sus victimas, no entiende de competiciones como el hombre, que está con el deseo de ganar, solamente compiten los sementales para conseguir yeguas y las madres para proteger a sus crías. Por nuestro ego los llevamos a las guerras y los metemos en el circo, ellos no necesitan ganar batallas, no entienden esas luchas nuestras, ni esa manera de divertirnos.
Hay muchas cosas que le gusta al ego, le encanta que ganemos, pero no siempre podemos ganar y cuando no ganamos nos sentimos insignificantes, nos frustramos. Si queremos conseguir avances con los caballos no vayamos con él con la intención de ganarles, las victorias vienen solas. No discutamos con el caballo, debemos liberarnos de la necesidad de tener siempre la razón, el ego nos quiere hacer esclavos de esa necesidad. Necesitamos estar bien no necesitamos tener razón.
Se trata de ser mejor cada día, no de ser mejor que los demás. Entre todas las especies nadie es mejor que nadie en este planeta. El ego nos dice que valoremos a los demás basándonos por su aspecto físico, por su riqueza, por sus triunfos, no hagamos caso al ego. No nos impongamos al caballo, no es inferior que nosotros,  juguemos con él, si queremos que confíe en nosotros vamos a tratarlo como a un amigo, como a un amigo del alma.
Importante para avanzar es no tener la necesidad de tener más. Más riqueza, más logros, más éxitos, nuestro ego nunca estará contento, nunca le parecerá suficiente. Cuando adiestras a un caballo sí le pides demasiado no conseguirás mucho, sí te conformas con poco llegaras más lejos de lo que deseabas.
A tú yo profundo no le importa lo que has logrado. Le interesa más como nos sentimos. Debemos ser agradecidos por las habilidades que nos han sido concedidas, con ellas y una gran motivación hemos logrado cosas que deseamos, la fuerza de voluntad la tenemos por nuestra existencia y es la que debe llevarse el merito, no nosotros.
Mi amiga Lucy Rees en su libro “La lógica del caballo”, dice que el caballo no reconoce la autoridad y no sabe lo que es la obediencia. Nosotros al ser predadores sí, por eso queremos ir con el famoso y el poderoso. El ego funciona haciendo que te preocupes de lo que piensan de ti los demás. Actúa según te indique el corazón, no por el qué dirán. La fama y la consideración que tengas entre la gente no es asunto tuyo, no debe preocuparte.
Por último y no menos importante es, no dejar actuar a tu ego cuando se trata de la ofensa. Sentirse ofendido crea algo destructivo, que te hace atacar y guerrear contra el que te ofende. Hay muchas ocasiones en las que nos podemos ofender, si le damos importancia, lo único que conseguimos es debilitarnos. El caballo cuando no hace algo que le pedimos es porque no sabe o no le indicamos como debemos. Nunca te sientas ni ofendido, ni frustrado con él, porque él no sabe lo que significan esas palabras.
Espero que te sirva para estar mejor con los caballos y con las personas.


David Muriel Holgado.