viernes, 5 de abril de 2013

SUBIR AL REMOLQUE



El caballo prefiere viajar mirando hacia atrás, se estresa menos, no le dará tanto el aire en su cara y no vera pasar tan deprisa las cosas que tanto le ponen nervioso. Hay furgones en los que puede ir oblicuo, pero hay pocos que le permitan ir mirando hacia atrás. Según las investigaciones realizadas se ha comprobado que mirando hacia adelante sube su pulso sanguíneo, tiene signos de estrés y mucho miedo, éste se manifiesta con sudor y muchas defecaciones, cuando el vehículo frena, el caballo va hacia delante. Todos los remolques tendrán un buen sistema de frenado y de amortiguación.



Esta fotografía es de Alexx Nyman en la que está su caballo Easy en un vehículo propiedad de ECUE TRANSPORTES (ver en Facebook) que permite viajar al caballo en dirección contraria a la marcha, según ella, ahora el caballo viaja tranquilo y con todas las comodidades, además dispone de cámara interior para saber como se encuentran en todo momento.


 

Algunas veces han venido a mi cuadra potros directamente en un camión sin atar, sueltos, al estar estos sin tocar. Nunca sabes el trato que han recibido. Con dos potras hermanadas tuve problemas para desbravarlas. Un día montando a una por el campo, se asusto al ver una cosechadora, no debí acercarme tanto, entro en pánico y se volvía a la cuadra, no respondía a las riendas, la retuve demasiado y no tenia salida por delante, por eso se fue arriba botándose como nunca vi a un caballo, al cuarto bote salí volando cayendo al suelo y rompiéndome la cadera, con fisuras en el cotilo y la pelvis. Esto ocurrió en Julio y a finales de Septiembre tenía un curso con Lucy que no me podía perder, al final pude ir apoyado en una muleta que olvidaba en cualquier parte. Me vi obligado a vender a las yeguas al no poder atenderlas, vino un tratante, no eran capaces de hacerla subir al remolque, le tapaban los ojos con una camisa, ella se revolvía, no había manera. Estaba presente un amigo y comento que si se arrimaba el remolque a un porche que tengo en mi casa de madera, queda a la misma altura y la valla del porche le serviría de barrera, oye, pues funciono, la yegua entro sin problemas. Hay que escuchar a todo el mundo.
Domé y vendí a un vaquero del campo charro, una potra negra careta, maciza, con gran poderío, la llamaba “Carusa”. Vino el mayoral con su remolque y tirando del ramal no conseguía hacerla subir, era la primera vez que lo hacía, él no, la potra. No le golpees con la fusta en su grupa, le decía yo, se acercaba pero no podía subir sus manos, dándole comida estiraba su cuello pero de ahí no pasaba, se iba por los lados. Le pase una cuerda por detrás, encima de sus corvejones, me metí en el remolque presionando con la cuerda, poco a poco la potra logro salvar esa barrera, puso sus manos dentro del remolque y subió.
Debemos trabajar con el caballo para habituarle al remolque, utilizando refuerzos positivos y negativos, si tenemos uno, ponemos comida en el camino para que el caballo vaya hasta el remolque y entre a comer dentro. Si no tenemos, ponemos en marcha nuestra imaginación. Le preparamos, enseñándole a pasar por encima de una manta o un plástico, pisar una tabla para que luego pise la rampa, que retroceda encima de una tabla inclinada, pasar por sitios estrechos, en pasillos con techo, simulando un remolque, etc. Imaginación y delicadeza.
Los caballos son capaces de subir solos. No se obligara al caballo a entrar, es peligroso que esté dentro si tiene miedo. Realizaremos todo lo necesario para facilitar que el caballo suba sin presión. Subirá confiado y sin forzar. Con presión y arrastrándole puede que suba ese día pero le quedara un resabio para siempre, otro día no querrá subir. Nunca se debe pegar al caballo para que suba, si utilizamos la fusta y aumentamos los toques estamos aplicando castigo, y aprenderá a mirar mal a los remolques y a evitarlos. Tenemos que enseñarle a entrar, salir y que permanezca dentro tranquilo durante un rato, también al principio poner en marcha el vehículo y recorrer una distancia corta, muchos entran bien y cuando comienza a moverse entran en pánico, si le acompaña otro caballo que esté acostumbrado mejor. Para que el caballo suba, dejarle que huela el remolque, tenerle agarrado del ramal con la cuerda floja, darle su tiempo, si se distrae se le molesta agitando la cuerda, se le puede poner otra cuerda sobre los posteriores para que avance. Premiaremos todos los avances, estos premios pueden ser comida o caricias.
Evitaremos las rampas, se puede detener justo al llegar a la rampa y aun le quedan unos metros para entrar, al pisarla se mueve y suena, dando la sensación de vacio e inseguridad, el caballo se mueve de un lado a otro evitándola. No tiene problemas en subir un escalón, se puede buscar un montículo de tierra para que quede a la misma altura.
Para salir, lo hará mejor por la puerta delantera lateral, si sale marcha atrás debemos dejar que baje su cabeza para que pueda ver donde pisa, puede dañarse sus patas con el borde del remolque.
Otra forma es poner el remolque en la puerta del picadero redondo, con la cuerda floja, darle tiempo, que preste atención y que huela la rampa, utilizamos comida o golosinas para que entre dentro. Si respiramos nos relajamos y todo ira mejor.
Espero que os sea de utilidad.
David Muriel Holgado.
caballoduende@yahoo.es  Tel: 658183439
DOMA Y EQUITACION NATURAL EN SALAMANCA CAPITAL.
DOMA NATURAL DE POTROS. CONOCIMIENTO DEL CABALLO.
CONOCE LA CIUDAD Y APRENDE MUCHO DE CABALLOS.

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