sábado, 3 de marzo de 2012

CON EMBOCADURA O SIN EMBOCADURA. 2ª PARTE. EL BITLESS BRIDLE.

Hablan maravillas del “Bitless Bridle” (Cabezada sin embocadura) del Doctor Robert Cook. Siendo efectiva para dirigir y parar, mejor que los Hackamores y los Sidepulls. Pudiéndose aplicar en todas las disciplinas.
Debemos mirar por el bienestar de nuestros caballos para que se mejore el rendimiento y la relación con el hombre. Para ello vamos a dejar de introducir hierros en su boca. La ventaja de esta cabezada es que el jinete sigue teniendo el mismo control que con el freno sin causarle dolor, siendo el manejo más simple, seguro y satisfactorio. Su uso cambiara la forma de ver la equitación donde el jinete y el caballo pueden relajarse y disfrutar.
La “cabezada bitless” (cabezada sin embocadura) es un aparejo que partiendo de una cabezada normal con su frontanela, carrilleras, testera y muserola; además tiene una argolla a cada lado en la muserola por detrás de donde se abrocha las carrilleras, dispone de dos correas unidas a la frontanela por detrás de las orejas, pasan por la testera y van por detrás de la barbada cruzadas acabando en las argollas de la muserola (la de la carrillera izquierda acaba en la argolla derecha de la muserola y viceversa), acaban en dos argollas donde se abrochan las riendas, parece complicado pero no lo es (tirar de un lado con efectos en ese lado con presiones en el contrario). Creo recordar que mis mayores utilizaban un arnés parecido con las caballerías (mulos, burros). Ejerce pequeñas presiones en la cabeza (en la testuz, carrilleras y barbada), las mejillas y la nariz, con lo que obtenemos una mejor posición de cabeza y cuello. Lo entiendo como utilizar la rienda de oposición con la rienda directa con efecto directo sobre el lado contrario de su cabeza, sin dejar de tener efecto la rienda directa. Al no estar tan flexionada su cabeza, la respiración se mejora, al oxigenarse mejor el caballo se fatiga menos y por lo tanto rinde más. Al tener más suelto el cuello conseguimos un alargamiento de los trancos con más soltura, gracia y ritmo recuperando el movimiento natural del caballo. Si no ponemos nada en la boca el caballo se concentrara más al no ir pendiente de ese molesto hierro. Con un freno en su boca es lo mismo que si nosotros hacemos ejercicio a la vez que comemos. Con la “cabezada sin embocadura” el caballo mejora su equilibrio, su galope es más ligero y alargara el paso con una correcta impulsión.
A veces el uso del bocado hace difícil el control del caballo, llegando el jinete a decepcionarse, llegando a creer que el problema es suyo, que no es buen jinete, se siente incapaz de continuar y puede cabrearse incluso con el caballo para que éste le haga caso, cuando el problema que existe es una molestia que el caballo siente, se resiste y se defiende. Esta molestia en muchos de los casos viene provocada por lo que ponemos en su boca.
Paso a enumerar los problemas que puede resolver la “Bitless Bridle”: Caballos que son; Difíciles de coger en el prado y en la cuadra, tendencia al pánico, sudoración en exceso, difícil de montar, el que muestra el blanco de los ojos, lentos en el aprendizaje, difícil de frenar, agresivo, se niega a salir de las cuadras, se niega a seguir hacia delante, falta de confianza, sacude la cabeza, cabecea, pone la cabeza alta casi horizontal, se asusta con viento y lluvia, pasta cuando va caminando, muerde a los caballos de al lado y las botas del jinete, es perezoso, se aburre, se queda sin aliento, saca la punta de la lengua, hace ruido como un rugido, se le forma un nudo en la garganta, tiene tos cuando trabaja, tiene el cuello invertido con pasos entrecortados, trancos cortos pisando fuerte, tiene espolones en las barras de la boca, agarra el bocado entre los dientes, tiene dolor en su boca, etc….
El “Bitless Bridle” nos permite un trato más amable con nuestro caballo mejorando su bienestar tanto físico como mental, obtendremos unas transiciones de marcha más suaves, trancos más amplios, aumentando su impulsión y velocidad, erradicando el estrés tenemos un caballo más tranquilo, el caballo se oxigena mejor obteniendo fuerza y resistencia, avanzando en su aprendizaje, mejora la seguridad de caballo y jinete, con una comunicación efectiva, evitara que eche tanta espuma por su boca, el caballo estará preparado para enseñar a un jinete novato. El caballo sin el temor que casusa tener algo doloroso en su boca, optara por una aptitud elegante, con el cuerpo redondeado con una mejor predisposición ante lo que le pida su jinete.
Para probar, ponemos en marcha nuestra imaginación y a partir de una cabezada normal, con cuerda obtenemos una “cabezada sin embocadura” cruzando la cuerda por detrás de la barbada y utilizando de argollas unos mosquetones pequeños que van a la muserola. Yo lo he probado y me gusta. Probaremos primero en un caballo que vaya bien. Hace un tiempo probé la cabezada con un potro de cinco años, en ruta con otros caballos, fue bien con su cabeza bien puesta y con unos trancos al paso amplios y elásticos, me gusto. Habrá que tenerla en cuenta, algunos caballos la aceptaran mejor que otros.
David Muriel Holgado

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