martes, 17 de septiembre de 2019

EL SUEÑO EN LOS CABALLOS.


El sueño en el caballo es una necesidad fisiológica fundamental y no debe ser privado de ella, un sueño de calidad afecta favorablemente al caballo y es fundamental para su salud. Los caballos que duermen bien son más sociables, ganan peso y son menos agresivos que los que sufren algún trastorno del sueño. Disponen de un reloj interno que le permiten regular los ciclos del sueño. El llamado ciclo de luz ayuda a regular los períodos de descanso.

El caballo es un animal presa y aunque pasa tiempo adormilado siempre está alerta. Es difícil saber las horas que duerme. Los jóvenes duermen más que los adultos, el potro hasta los seis meses pasa descansando la mitad del día media hora cada hora y a partir de los seis meses un cuarto de hora cada hora. De adulto duerme al día un total de tres horas y media repartidas en varios momentos.

Los carnívoros pasan mucho tiempo dormidos, los herbívoros como el caballo duermen pocas horas al día, están vigilando, siempre alerta para poder sobrevivir.
Duermen de pie para poder huir de los depredadores, solo duermen tumbados cuando están acostumbrados a un lugar y están seguros, el sueño profundo solo lo pueden hacer si están tumbados. Vemos descansar a los caballos estando de pie poniendo una de sus extremidades traseras relajada mientras la otra aguanta todo el peso, va alternando cada cierto tiempo, a esto se le llama aparato recíproco de sostén que se da debido a una combinación de tendones y ligamentos que permiten mantener esta posición sin la intervención de los músculos.

Sobre las fases del sueño podemos decir que la primera fase es la que podemos denominar como “sueño ligero” en el que está sobre 45 minutos al día. La fase de sueño llamado “ondas lentas o sueño profundo” en el que pasa unos 135 minutos al día. Y por último el sueño llamado “REM” que es un sueño muy profundo en el que están alrededor de 30 minutos al día y en el que el caballo tiene que estar tumbado totalmente estirado, tenemos presente esto porque no pocas veces tenemos al caballo en lugares en los que no se puede tumbar como en los desplazamientos de grandes distancias y cuando permanecen en cuadras muy pequeñas en las que se ven privados de la necesaria movilidad, en la fase REM requiere 15 minutos del conocido como sueño paradójico yacente, esta fase es necesaria para la vida y si por algún motivo es privado de ella durante algún tiempo puede tener importantes alteraciones pudiendo llegar a morir.


Se han realizado estudios electrofisiológicos sobre la actividad del cerebro y han evidenciado que los caballos presentan una de las fases del sueño es idéntica a la que en el hombre se corresponde con la experiencia onírica; esta fase es la que se denomina sueño REM o sueño paradojico (Rapid Eye Movements, que significa «movimientos oculares rápidos»). Ruckebusch estudio el sueño paradójico de los caballos y comprobó que le servía para ordenar sus experiencias de vida.

Podemos decir que los caballos sueñen pacíficamente, ahora bien, no se sabe sobre lo que sueñan, es un misterio, según parece, caballos que estuvieron en la II Guerra Mundial coceaban y relinchaban cuando dormían. Es posible que sueñen sobre lo que perciben en su realidad diaria, de sus experiencias y vivencias. La función biológica del sueño todavía no se conoce, pero se ha especulado con la posibilidad de que sea un sistema para ahorrar energía, depurar las sustancias químicas del cerebro o fijar el aprendizaje y los recuerdos que se han adquirido durante el día.

Puede tener trastornos en el sueño debido a un dolor o alguna molestia física como problemas articulares, enfermedades musculo-esqueléticas, úlceras gástricas, etc. No duermen bien por cambio en su entorno, al introducir nuevos caballos en la manada, por problemas de convivencia entre caballos y algunos problemas relacionados con la climatología. Puede que no duerman por la monotonía de estar en la misma posición mucho tiempo, por tener poco espacio para tumbarse en la cuadra, etc.  Algunos caballos por su instinto de supervivencia no duermen bien de noche.

El grupo de Neurofisiología del Sueño de la Universidad de las Islas Baleares dice que «dormir no es parar y quedarse al relantí», que «el sueño sigue siendo misterioso y complejo». Aseguran que hay diferencias entre el sueño humano y el de un animal. El humano tiene necesidad de caer en fase REM donde la relajación muscular es absoluta, normalmente entra en esta fase cuatro veces en una noche.
Marlen Coll alumna de Biología, para su trabajo de fin de grado planteó hacer un estudio a su caballo acerca de recuperar el sueño atrasado. Cambiaron al caballo de cuadra y a través de un sensor de actividad en una de sus patas, vieron que el caballo duerme peor en la cuadra que no conoce. Por el sensor saben si el caballo se mueve, si se despierta, si duerme de pie o tumbado. El humano puede y necesita recuperar el sueño perdido, tiene un rebote de sueño muy fuerte. El caballo por ser animal presa de los depredadores duerme poco y puede pasar un tiempo sin dormir sin tener la necesidad de recuperar el sueño perdido.

Fuentes consultadas:

       David Muriel Holgado.


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