Definitivamente, el potro desde que nace deberá
permanecer en el campo la mayor parte del día, para que haga ejercicio y tome
sol, así tendrá un buen desarrollo óseo y muscular previniendo la
osteocondritis y la osteocondrosis. Un nutricionista establecerá las dietas
apropiadas a cada edad del potro en crecimiento, dieta equilibrada en
energía, proteínas, vitaminas y minerales como el calcio, el fósforo, cobre,
zinc y magnesio principalmente. No es bueno que en su alimentación reciba
exceso de energía. Alimentarlo bien el
primer año de vida nos asegura tener un caballo sano en el futuro.
Con tan solo diez días de edad, empieza a picotear junto a su madre la
hierba del prado, el heno y el pienso de ésta. Podemos al mes dar un pienso en
pellet para potros, para asegurarnos que come su pienso se lo damos en un
comedero para potros llamado “Ceep Feeder” en el que solamente pueden entrar
potros pequeños y procuramos que no coma el pienso de su madre, o le damos a la
yegua un pienso adaptado a ambos. El pienso que damos al potro tendrá un nivel
proteínico entre el 14 y el 18 %, con una buena proporción entre calcio y
fosforo, al igual que otros minerales como el cobre, zinc, minerales quelados;
vitamina E necesaria para una absorción correcta; aminoácidos lisina, metionina
y threonina. Además del pienso, nos aseguramos de proporcionarle un buen
forraje porque la leche de su madre no será suficiente.
En libertad, si la madre está
preñada lo desteta unos meses antes de parir al próximo potro, más o menos cuando
el potro cumpla los nueve meses. Si no está preñada lo tendrá mamando más
tiempo.
Entre los tres y cuatro meses del nacimiento empieza a reducirse la leche
de la yegua. Destetamos al menos a partir de los seis meses de edad, el
potro al otro lado de una valla, donde puedan verse, olerse y dormir juntos. Si
notamos endurecimiento en las mamas podemos ordeñar a la yegua, sin vaciarla
del todo, para que no genere más leche. No es mala idea que cuando a la madre
se le haya retirado la leche el potro vuelva a vivir en el mismo grupo en el
que se encuentra su madre. El destete
debe ser gradual para causar el mínimo de estrés y damos el mismo pienso y
forraje que estuviera tomando antes. Un mal destete realizado de manera
brusca y demasiado pronto puede causar problemas psicológicos y de crecimiento.
En la cuadra puede que al no encontrar la ubre de su madre chupe cualquier otra
cosa produciendo la estereotipia de tragar aire.
Si en el destete el potro está estresado y le damos pienso, lo come rápido,
no mastica ni saliva lo suficiente para neutralizar el ácido del
estomago, todo esto crea problemas gástricos y úlceras. La ulcera se produce
por el consumo de muchos carbohidratos, que están en los granos, sobre todo si
se consumen en una sola toma o en varias al día pero donde hay periodos largos
entre comidas. Se reduce las ulceras si se deja forraje a libre disposición
durante todo el día y repartiendo el pienso en varias tomas y poca cantidad en
cada una. El almidón y la azúcar presente en los cereales no debe estar en la
dieta del potro, la saliva equina no contiene la cantidad suficiente de la
enzima amilasa que rompe el almidón que contiene el grano. Si tiene acceso a la
hierba tenemos en cuenta que cuanto más sol haya más azúcar tiene la hierba y
no es bueno. Para que consuma menos azúcar lo sacamos a pastar por la noche o a
primeras horas de la mañana.
El sistema digestivo del caballo
necesita que su alimentación se realice mediante comidas pequeñas a lo largo de
todo el día, en estado natural pasa pastando más de quince horas al día. Observamos
si cambia su comportamiento cuando se destete, para prevenir cólicos, falta de
apetito o algún problema de salud.
El potro criado
a biberón si ha estado pastando puede ser destetado alrededor de los 4 meses.
Excepcionalmente y si no hay otro remedio se puede destetar a los 3 meses si el
potro está muy desarrollado. Si está un poco débil podemos continuar con leche
como complemento hasta los 5 meses. Para destetar al potro criado a biberón,
reducimos la cantidad de leche gradualmente, de un litro al día pasamos a 0,5
litros y aumentamos la cantidad de heno.
Para dar una dieta personalizada y acondicionada
a cada etapa de su vida, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos y consideraciones:
Desde el destete hasta los dos años la dieta tendrá entre un 14 y un 16 %
de proteína y la suficiente energía que deben venir a través de la fibra. La dieta apropiada para el potro se basara en
un buen forraje, pasto o heno que tendrá a libre disposición, que ayude a que
tenga un buen nivel de proteínas, vitaminas y minerales, junto con un buen
nivel de aminoácidos como la lisina.
Forrajes. Lo ideal sería poder aportar todos los
nutrientes a través de la hierba del
pasto y de forrajes, es lo más parecido de su alimentación natural,
puede ser heno alrededor de un 2% de su peso al día, por cada 100 kilos de peso
deberíamos aportar 2 kg de heno al día. El
forraje tiene diferencias de calcio dependiendo si es heno, paja, alfalfa o
forraje de gramíneas. Si hacemos un análisis de la hierba y del forraje
obtenemos información sobre el nivel proteínico, niveles de calcio, vitaminas y
minerales, así como el nivel de digestibilidad. Si damos suficiente forraje de
calidad y agregamos un equilibrador de vitaminas y minerales no sería necesario
dar pienso.
-El heno es el forraje por excelencia, con el que menos problemas
digestivos tenemos, es rico en hidratos de carbono pero pobre en proteínas, por
eso debemos añadir un forraje rico en proteínas. Un potro que se alimenta
solamente de heno tendrá el llamado vientre de heno (mucha barriga).
-Si no tenemos heno, podemos usar paja aunque tiene
muy poco valor nutritivo mejor si la mezclamos con alfalfa o algún forraje de
gramíneas, no damos mucha para evitar cólicos por impactación; la paja de avena
es muy suave, la paja de cebada es mejor que la de trigo porque la de trigo
irrita el tracto digestivo.
-Forraje de gramíneas es un alimento
completo que muchos dejan a libre disposición del caballo, además tiene una
proporción calcio-fosforo de 1:1. El mejor forraje de gramíneas es la flor de
avena o forraje de avena, es la planta de avena cortada antes de que madure el
grano, dejándola secar se conserva en paquetes. Cuando se da este tipo de
forraje no se le da ningún tipo de grano.
-Aunque la alfalfa es un forraje valioso en la dieta de los caballos en
crecimiento, proporcionando una fuente de energía digestible, proteína de alta
calidad y la lisina que es un aminoácido esencial. El caballo alimentado con
alfalfa sino trabaja aumentará mucho de peso. Es una fuente de calcio y
magnesio, pero no tiene buena proporción de calcio-fosforo, añadiremos fosforo
para tener un buen equilibrio entre calcio y fosforo. El grano tiene fosforo. La
cantidad de alfalfa que damos no debe exceder de los requerimientos de energía
del caballo en crecimiento, el exceso de energía puede ser la causa de
enfermedades ortopédicas del desarrollo que incluyen la osteocondritis. Dar más
de un 2% de alfalfa en la dieta causa más inconvenientes que beneficios. La
alfalfa tiene un 12% de proteína, nunca daremos más de 2 kilos de alfalfa al
día y siempre la mezclamos con otros forrajes, incluida la paja. En sustitución
a la alfalfa damos forraje de gramíneas (forraje de avena).
La alfalfa tiene azúcar y almidón, sustancias que producen laminitis por
eso ponemos cuidado con la cantidad que damos.
En sustitución o como complemento del forraje
podemos proporcionarle pulpa de remolacha y soja que están
consideradas como fibra de alta energía,
son muy buenos productos para dar durante el destete.
Además la soja tiene un
80% de digestibilidad, con un 45% de proteína y contiene altas concentraciones
de aminoácidos necesarios para el desarrollo muscular y óseo como la lisina con
alrededor de un 2,8%. Con 700 gramos de soja al día tendría cubiertas las
necesidades de proteína.
La pulpa de remolacha es
buena para mantener calmado al caballo, se da en momentos de estrés como en el
destete, es un subproducto de la remolacha después de haberle extraído el
azúcar, tiene hidratos de carbono. Se suministra en forma de pellet y podría
constituir el 30% de su alimentación. Para preparar la pulpa de remolacha se
deja en remojo entre 4 y 8 horas poniendo una parte de pulpa y tres de agua. A
esta mezcla podemos agregarle pellet de alfalfa deshidratada, avena en grano
triturada, salvado en sustitución a la alfalfa. Si queremos que aumente de peso añadimos un poco
de aceite vegetal que contenga omega 3, estaría bien aceite de linaza.
Aceite. Los nutricionistas consideran que el aceite es más segura para alimentar a
los caballos jóvenes que los carbohidratos que están en el grano de los
cereales. Los niveles de glucosa en la sangre no tienden a elevarse
después de la ingesta de calorías de aceite tanto como lo hacen después del
consumo de calorías de carbohidratos. El aceite es una fuente de energía
que proporciona entre 2,5 a 3 veces más calorías que el grano. No damos más del
6% de aceite en la dieta, si excedemos del 12% se puede alterar el ecosistema
microbiano intestinal. Debe contener ácidos grasos omega 3, que tiene el aceite
de hígado de bacalao que también tiene Vitamina D fundamental para el
desarrollo óseo y articular de los caballos más jóvenes. El aceite de linaza es
el aceite con mayor concentración de ácidos Omega 3, este aceite ayudará a un
buen mantenimiento de la piel y pelo del caballo, aumento de las defensas y
proporciona ayuda para el buen funcionamiento del sistema digestivo.
Los minerales. Son importantes para un buen desarrollo óseo y unos
cartílagos y músculos sanos. Se le proporciona una piedra de sal o a un bloque
mineral para potrillos. Que exista un buen equilibrio entre calcio y fósforo
que será de 1.1-1.25. Si su dieta es alta en alfalfa, al ser rica en calcio
deberemos complementar con fósforo en la dieta. Fundamental el magnesio, el
zinc y el cobre imprescindibles al tener más de 300 proteínas enzimáticas
fundamentales para un metabolismo normal. También el sodio, el yodo y el
selenio. Podríamos analizar el pasto para saber qué minerales tiene y
administrarle los que falten.
Las vitaminas. Ayudan a un buen crecimiento muscular y a un fuerte
sistema inmunológico. En caballos jóvenes
sino cumplimos con los requisitos vitamínicos puede reducir las tasas de
crecimiento, afectar el consumo de alimento y los predispone en el destete a
enfermedades infecciosas. Los destetados que pastan pastos verdes y
complementados con suplemento equilibrador de vitaminas y minerales cumplirán
con sus requerimientos de vitaminas. Si está alimentando a los destetados
en condiciones de sequía, debe prestarse especial atención a su ingesta de
vitaminas, porque el pasto es insuficiente para proporcionárselas. La vitamina E está abundantemente en el pasto
de buena calidad, en los forrajes disminuye su presencia con el tiempo. Los
caballos producen su propia vitamina C en su hígado a diferencia de nosotros no
es una vitamina esencial para el caballo. Si el caballo está enfermo o con daño
hepático hay que suplementar esa vitamina. La vitamina D producida por
el sol, en realidad es una hormona que ayuda a la absorción de calcio y fósforo
del intestino, es absorbida por el cuerpo a través de los aceites naturales de
la piel. Para producir cantidades necesarias tendrá que estar al sol hasta 8
horas al día, no duchamos con champu al caballo para no eliminar ese grasa de
la piel y no obstaculizar la absorción de la vitamina D, por ese motivo tampoco
ponemos manta de abrigo. Si no toma el sol tendrá problemas musculares y óseos,
depresión, pérdida de apetito y una reducción de sus defensas inmunológicas. La
vitamina D2 la recibe de la hierba pero no se mantiene en el heno. La D3 la
recibe de la luz solar. El salvado de
trigo tiene un elevado contenido de vitamina K, además de otras vitaminas,
hierro y fosforo. También la vitamina A está en el pasto y en forrajes como el
heno bien curado, si el heno se ha mojado o se ha secado en exceso la vitamina
desaparece.
Vitamina A, D, y la biotina juegan un papel en el desarrollo
del casco, también los ácidos grasos son necesarios para mantener una barrera
impermeable.
Pienso. El caballo es
herbívoro, en libertad no se alimenta de grano. No daremos más de 1 kilo por
día por cada 100 kilos de peso, en tres y cuatro tomas durante el día para no
perjudicar su sistema digestivo, los caballos jóvenes pueden comer rápido por
estrés y no masticar bien, debemos evitar ese estrés para que no se le formen
úlceras gástricas. Tenemos que dar un pienso bajo en almidón y azúcar. El
almidón son muchas moléculas de glucosa y se encuentra en los granos de los
cereales, no nos interesa proporcionárselos porque pueden producir trastornos
digestivos, como el aumento de gases y episodios de laminitis. Todos los
cereales menos la avena debemos cocerlos antes de dárselos al caballo,
machacarlos o tenerlos a remojo solo ayuda en la masticación. ¿Por qué tenemos
que cocer el grano de cereales? Porque el almidón se encuentra en el centro del
grano, es digerido por enzimas en el intestino delgado para extraerlo cosa que
es difícil, por eso se cuecen los granos para que lo digiera y extraiga la
energía del grano con facilidad. En los piensos se utilizan cereales como la
cebada, hace tiempo se encontraba la variedad cebada caballar que era menos
dañina para el caballo, también se usa el maíz y el harina de habas en mínima
proporción.
La avena es un cereal seguro si no excedemos de un 10% de su ración,
podemos dársela triturada, si el caballo es mayor la dejamos en remojo con agua
antes de dársela, no es mala idea dar avena junto a salvado de trigo porque da
mucho volumen y al caballo le va muy bien.
La dieta. Puede ser pasto o heno a libre disposición. El heno no
causa problemas, tenemos la opción muy interesante de dar un forraje de
cereales como el de avena, con este forraje no agregamos nada de grano. Si
usamos alfalfa como forraje nunca damos más de dos kilos al día junto a otro
forraje como el heno o incluso la paja. Con el pienso a base de grano de
cereales si no tenemos más remedio que dárselo, tenemos cuidado y no damos más
de 2 kilos al día en varias tomas. Tenemos en cuenta lo buena que puede ser el
aceite que contenga omega 3 como el aceite de linaza en una proporción no
superior al 6% de la dieta. No descartamos la gran posibilidad de suministrar
lo que conocemos como la fibra de alta energía que es la pulpa de remolacha y
la soja que ésta tiene mucha proteína. Siempre tendrá una piedra de sal a su
disposición. Suplementamos con vitaminas y minerales si es necesario. Evitamos
las melazas al tener poco valor nutritivo y por contener hongos que perjudican
la flora intestinal. Cuidado con las chucherías, los productos químicos, los
conservantes y aditivos que pueden afectar a la tiroides.
Por último tenemos en cuenta
que a parte de lo que le damos de comer está el cómo. Tener todo el día a su
disposición un forraje como es el heno es fundamental, cuando repartimos el
heno varias veces al día y en montones ocurre que el caballo espera con ansia
su comida y la come muy rápido y eso no es bueno, además si hay muchos caballos
el más agresivo es el que come más cantidad. Existen las forrajeras lentas,
como redes de las que comen pequeñas cantidades. Una vez observe que tenían en
un sitio una noria y de ella colgaban redes con forraje, el caballo comía con
la cabeza baja y se movía según la noria se mantenía en movimiento. Así se
imita a la forma de comer en la naturaleza, con la cabeza muy baja y moviéndose
continuamente.
Espero que os sea de utilidad,
no obstante consultar con el veterinario o con un nutricionista de confianza.
Entre otras fuentes
consultadas: thehorse.com y feedxl.com.
David Muriel Holgado.
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