martes, 27 de marzo de 2012

LA VIDA DEL SEMENTAL. 1ª parte.


Semental es el caballo que se destina para reproductor. Son más excitables y briosos que los caballos castrados. Es posible que un potro con algo más de un año pueda dejar preñada a una potra de su misma edad, se han de tener precauciones, para que esto no ocurra. No siendo recomendable que los sementales comiencen a cumplir sus funciones antes de los cuatro años de edad. En la Pura Raza Española, te dan apto como reproductor a caballos que tengan más de tres años. Nunca dejaremos que nos mordique, nos de manotazos o que nos empuje.
En una yeguada de caballos de pura raza española, que tienen sus caballos en una finca en la meseta castellana, unas cuantas hectáreas sembradas de cebada, para que una veintena de yeguas pazcan. Compraron un bonito ejemplar castaño para semental, a una yeguada “La Escalera” de reconocido prestigio, éste iba a realizar la tarea de cubrir a las yeguas. Tenían al semental en una cuadra alejado de las yeguas, estando todo el día en su cuadra oyendo el ajetreo de las yeguas, con sus relinchos que van y vienen sin poder verlas ni olerlas, estará nervioso con un carácter inaguantable, al comienzo de los celos en un patio sacaban del ramal al semental con el serretón en su nariz para poderlo controlar, arrastraba a quien lo manejaba y le harán daño en su nariz. Torpemente y sin experiencia sujeto por un hombre en el patio, el semental con saturación de testosterona y adrenalina, se puede poner agresivo; la yegua es llevada al patio por otro hombre, aparentemente en celo se la amarra a una argolla y sin cortejo previo, el semental intenta montarla, la yegua se cruza, el hombre intenta ponerla recta, el semental sube encima y pasa sus cascos delanteros cerca de la cabeza del hombre, con el consiguiente peligro, falto poco para golpearle, la yegua intenta morder al hombre que la obliga a que se mantenga recta, si está en celo se deja cubrir, si no lo está se intenta defender golpeando con sus cascos traseros en el pecho del semental, para que no golpee le suelen poner un arnés que son unas cuerdas que van de las cuartillas traseras al cuello, así no podrá cocear. Cumplida su misión se le separa inmediatamente de la yegua, cosa antinatural por ser su misión el protegerla. Al final de la temporada de cubriciones, con excesivos riesgos solamente quedaron preñadas dos yeguas. Fracaso total.

Podemos aprender de los sementales que viven en estado salvaje, no es el mismo comportamiento de los sementales que están en continuo peligro y que en su entorno viven depredadores que les pueden comer, que los que pueden estar tranquilos porque estos depredadores no existen. El semental en manada, tiene en su harén hasta cinco hembras con sus hijos, cuando empiezan forman una banda con una hembra, su instinto y su misión es la de proteger, vigilar, agrupar y defender a su banda, a veces se ponen detrás del grupo reuniendo a los potrillos rezagados, es por donde le viene el peligro, también desde un alto y a un lado controla al grupo. Cuando salimos en ruta siempre irán los sementales los primeros, luego los castrados y por ultimo las yeguas, si paramos siempre ponemos al semental arriba y a un lado, se encuentra más tranquilo controlando desde ahí. Si hay muchos en la banda el semental estará estresado intentando controlar a todos. Un semental no se aparea con potras jóvenes de su banda, así evitan la consanguinidad, las yeguas tampoco se dejan cubrir por los jóvenes de su grupo.
En nuestras manos los encerramos, por eso están frustrados al no poder realizar su misión en la manada. Si no están con otros en manada, no aprenden lo que tienen que hacer cuando cubren, por eso muchas veces se sienten torpes, y muy pocos hacen el cortejo previo. También hay yeguas que nunca han visto a un semental, ni a potrillos pequeños, y no conocen como se comporta éste, estresándose cuando la llevamos a que la cubra. Ocurre que como llevamos a la yegua atada para que la cubra, el semental creerá que todos los caballos son yeguas en celo, por eso se excitan en presencia de otros caballos. Si nos acercamos a un semental después de haber estado nosotros con yeguas en celo, tener cuidado, el olor de nuestra ropa excitara al semental queriéndonos montar. Al estar encerrado en cuadra estará nervioso y su fertilidad baja, estando en cuadra puede cubrir de una a dos veces al día y en libertar mucho más, cerca de diez veces.
Podemos cambiar los hábitos dando mejor calidad de vida a nuestros sementales y yeguas. A un semental que ha vivido siempre en cuadra, hay que irle dejando que vivan en cuadras cercanas a alguna yegua, no se la sacara de repente, los podemos llevar del ramal juntos para que sienta que es de la misma banda, si sale a celo llevamos a los dos agarrados para cubrirla, luego los soltamos y los dejamos solos, posiblemente la cubrirá por segunda vez en poco tiempo. Hay yeguas que no salen a celo, le viene muy bien dejarla que viva junto a un semental experimentado acostumbrado a la vivir con yeguas. A los sementales jóvenes también se les deja que convivan con yeguas viejas y que las cubran cuando estas salgan a celo, la yegua les enseñara como y cuando deben actuar.
Al año siguiente el propietario de la yeguada, hablando con un militar, de los de Cría Caballar, que sabia bastante, le dijo que al semental hay que dejarlo libre con las yeguas para que las cubra, ese año quedaron todas preñadas. En esa misma yeguada comprobé como este semental, había aprendido a cortejar a las yeguas y realizaba su labor de semental a la perfección, un día de primavera estaba cubriendo una yegua y le buscaban otras dos que estaban en celo, acabo con una y la otra se meaba toda, le presento el culo sin dejar que éste se recuperara, subiendo el semental su cabeza enseñando los dientes haciendo el gesto Flehmen, para absorber ese olor que las yeguas desprenden cuando están en celo. El rato que allí estuve, el macho cubrió a tres yeguas.
Otro día fui a ver a una potra de cuatro años, que quería comprar, estaba en un terreno pequeño junto con una yegua bastante arisca y su potrillo de pocos días de vida. También estaba un semental castaño morcillo, juntos en el mismo terreno, un semental grande y macizo. Le pregunte al propietario que si estaba preñada la potra, me contesto que no lo sabía. Era un día de primavera con energía natural, de esos días que deseas que no acaben, en esto al estar echándole un vistazo, le comente al dueño que esta potra está en celo, no va a tardar ni veinte minutos en cogerla el semental, meaba continuamente, vulveaba subiendo la cola, justo con un ligero cortejo y sin intervención humana el semental subió encima y la cubrió.
Las nuevas yeguadas se gastan cantidad de dinero en instalaciones, con naves grandes con sus bebederos automáticos. En una de estas, tenían la nave de los sementales, con boxes amplios pero cerrados de ladrillos, en ocasiones podían sacar sus cabezas por sus puertas y veían a sus vecinos, de frente ven una pared que del otro lado están las yeguas con sus rastras en una nave amplia, que los animales no podían ver. Les sacaban al patio algunos ratos al día, algunos días no podían sacar a todos y casi nunca juntos para que no se pelearan. Siendo misión del semental el proteger a la manada, se le está impidiendo realizar su labor, por eso se frustraban continuamente. Los sementales en sus cuadras desesperados, al tener compañeros en las cuadras contiguas que consideran rivales, intentaban verse por encima de la pared poniéndose de manos, relinchando angustiados, se hacían daño en sus patas y ocurriría algún accidente mayor, para que no subieran, por arriba pusieron pastor eléctrico, que al poco tiempo no respetaban. Estos sementales que son aislados desde pequeños, no han aprendido a comportarse, no teniendo educación social y hacen poco ejercicio. En estas cuadras los sementales mejoraron bastante cuando les hicieron unos huecos en las paredes y pusieron unos barrotes de hierro, ahora se podían ver y oler entre ellos.
Si tenemos a los sementales separados de las yeguas, en cuadras en lo alto del terreno, estas cuadras están separadas por barras, así puede tener contacto con los caballos que están a su lado. Cuando introducimos a un caballo nuevo a estas cuadras, hasta que se conocen, se levantaran de manos y se excitara, si el otro caballo está tranquilo o atado se calmara antes, es muy posible que estos caballos se hagan grades amigos. Estas cuadras tienen vistas al campo y a las yeguas, aunque éstas están un poco más alejadas, con las cuadras abiertas aunque en Castilla hace mucho frio en invierno, estos sementales tienen mejor calidad de vida que otros. Es buena idea sacar al semental si tiene modales, junto a la yegua en celo que tenga que cubrir en un patio grande. O dejarlos juntos parte del día.
David Muriel Holgado

jueves, 15 de marzo de 2012

SENTIMIENTOS DEL CABALLO.


Llego el momento de que mi yegua pariera, es muy delgada pero había engordado mucho. Tenía gran interés en ver el acontecimiento del parto, sin estorbar, para ello madrugaba todos los días y haciendo fuego para calentarme pasaba las horas a la espera, pero no conseguí verla. Eran días de mucho frio, le tenía preparado un refugio con cama de paja limpia para que entrara en él y parir allí si así lo deseaba, pero ella prefería estar fuera en el pequeño campo con su amiga, su amiga es mayor que ella, había parido tres veces pero llevaba mucho tiempo sin parir. Un día llegue y la sorpresa, mi yegua ya había parido, el potrillo era muy grande y estaba perfecto, la madre también se encontraba bien, pario en el mismo sitio que la vez anterior, retire los restos del parto, la bolsa amniótica, la placenta que estaba entera, y limpie un poco sus muslos. Pude acercarme al potrillo y desinfecte su ombligo. Vi como se agarraba a la teta de su madre para mamar, todo había ido bien.
Al día siguiente ocurrió lo siguiente, cuando llegue a las cuadras, vi a la madre en un campo sola, al potrillo y a la yegua mayor los encontré cerca de las cuadras, al llegar la yegua mayor me miraba como diciéndome “mira lo que tengo”, el potrillo buscaba sus mamas y ella le dejaba, estaba orgullosa, se había apoderado del potro, su instinto maternal fluyo tanto que quiso ser la protagonista del acontecimiento, ella llevaba mucho tiempo sin ser madre. Bueno, yo como si nada, estuve haciendo otras cosas sin dejar de observar, así hasta cuatro horas, la madre iba a por su hijo, la otra la echaba de allí, con gestos poniendo sus orejas hacia atrás, y arremetidas con la cabeza, cualquiera se acerca, la madre desesperada “me han quitado a mi hijo”. La yegua mayor es una yegua muy buena, nunca ha hecho un mal gesto, ni cuando se la monta, no me atrevo a calificarla, pero puedo decir que es lista, te mira con dulzura volviendo su cabeza como diciéndote algo, no ha tenido muy buena educación, ha aguantado cualquier trato, montada va muy acelerada, y cuando repartes comida ella se impone sin demasiada agresividad a ser la primera para comer. ¿Por qué actúa quitándole el potrillo a su amiga? No esperé a ver lo que seguiría ocurriendo, cambie de sitio a la yegua mayor y deje a madre e hijo en otro lugar, no podía arriesgar, si llevaba mucho sin mamar, si no mamaba los calostros, también se le podía retirar la leche a su madre. Los sentimientos que intervinieron en esta situación pueden ser “Celos”, su instinto maternal fuerte la impulso a “Querer ser madre” o sólo “quería llamar la atención”. No lo se, después de un tiempo volvieron a estar juntas con el potro, con una convivencia normal, sin ser grandes amigas, pero con un pequeño hermanamiento.
Los sentimientos y emociones de los caballos igual que los nuestros, a veces son difíciles de entender. En manada y en grupos grandes hay una red de vínculos que unen en amistad a algunos caballos, y a otros no. También se da el caso de que algunas yeguas tienen que convivir en el mismo grupo teniendo una gran enemistad entre ellas, aparecerán dentro del grupo en extremos opuestos. No le demos vueltas. Creo que lo que es cada caballo, digamos que su esencia está en su mente y en su corazón.
A la pregunta de ¿tu caballo te quiere?, reflexiono y no contesto a la ligera, estoy seguro que mis caballos me quieren. Pero no es el mismo querer que el que sentimos entre humanos. Creo que me quieren porque les doy de comer, estoy con ellos, les masajeo donde les gusta, me preocupo por ellos, por su salud y ellos lo notan, porque confían en mi, y esa confianza la basan en que yo no les haré daño nunca, que no les haré pasar por situaciones incomodas y desagradables. Siento que me quieren porque al llegar cerca de las cuadras reconocen mi vehículo y les noto alegres, algunos relinchan de alegría, alguna vez algún amigo me espero en el camino al lado de las cuadras y me comento que ya se alteraron mucho antes de que él viera mi coche. Ahora, estoy seguro de que si tuvieran que decidir, quedarse conmigo para siempre o con un amigo de la manada, elegirían quedarse con sus amigos pastando para siempre. O no.
También he vivido otras situaciones, caballos que han dado muchos problemas en el desbrave, hace mucho tiempo. Es probable que hayan tenido malas experiencias, yo no lo se, pero llegaron sueltas en un camión dos potras cerriles con mucho de “ingles”. Me costo mucho desbravarlas, me era difícil cogerlas, conseguí montarlas, pero no venían a mi con confianza, hoy habría actuado de otra manera y habría salido todo mejor para mí y para ellas.
Un día me caí de mi yegua alazana, ella muy briosa, yo quede en el suelo junto a sus manos, ella no me piso y estuvo a mi lado hasta que me recupere. Era tan dulce y me quería tanto. En la misma situación a muchos les toca ir andando hasta casa.
No se por qué, pero en los caballos existen los flechazos, y aunque no le hayamos rascado su cruz, unos se quedan con nosotros y otros no, ellos eligen, será por nuestro olor o por nuestro lenguaje corporal. Hay personas con tanta sensibilidad, sobre todo mujeres y niños que atraen a cualquier caballo y se hacen amigos de todos.
El hombre tiene el cerebro el doble de grande que el del caballo, en una parte de nuestro cerebro teneos la razón, la lógica, la imaginación, la planificación del futuro, el lenguaje; pero la parte que trata las emociones el sistema límbico es igual de grande en el caballo que en el hombre. El cerebro del caballo tiene poca capacidad de racionalizar, no puede imaginar, no tiene concepto de futuro, no hace planes. Vive el momento, pero eso si, con recuerdos de lo bueno y lo malo que le ha pasado. Con una increíble memoria apreciara si ha cambiado algo en su entorno, incluso recuerda el sitio exacto en el que le ocurrió algo. Su cerebelo que es el que controla los movimientos en equilibrio es más grande que el del humano.
La producción de las hormonas del estrés les ayuda a superar lo que ocurre en sus vidas, superar un susto y una huida de los depredadores, alguna herida o lesión, el cambio de grupo de los jóvenes, superan el destete, superando estas incidencias, él vuelve a la vida de equilibrio y tranquilidad, descansando y recuperándose.
Sentimientos y estados:
Amistad: Estar hermanados es tener un lazo fuerte de unión entre dos caballos amigos, pasean juntos, se asean juntos, se quitan las moscas, se rascan la cruz, van juntos en la manada. Si no tienen miedo de las personas, tienen con ellos sentimientos, pueden considerar a los humanos como caballos, si le acaricias, cepillas y rascas su cruz el rasca tu espalda. Si a un caballo solitario le ofreces amistad, no se separara de ti. Si eres audaz y con sentido común te trata como a un líder. Relacionados con la amistad están los sentimientos de amor, cariño y afecto.
Tristeza: Seguro que se entristecen cuando a un amigo se lo llevan a otro lugar. Cuando ven un remolque, se alteran, por la novedad de si llega un nuevo caballo o por la posibilidad de que se lleven a un amigo. ¿Cuánto tardan en superar esta separación? ¿Reconocen a su amigo en el caso de que regrese pasado un tiempo? El que estén frustrados también les lleva a la tristeza. Se frustran al no poder hacer lo que quieren, como por ejemplo pasar encerrados continuamente en un box.
Alegría: Están alegres y contentos cuando están en el prado con sus amigos correteando y saldando, haciendo cabriolas en el aire. También cuando están con nosotros si somos amigos, y aunque no seamos amigos suyos si no han tenido ninguna experiencia negativa con los humanos, por curiosidad se acercaran a nosotros y si le damos caricias y buen trato estarán a gusto a nuestro lado.
Ambición: No son ambiciosos, aunque les montemos en concursos de importancia, ellos no ambicionan ser montados y no entienden lo que significa el conseguir trofeos. Pero percibe cuando estamos contentos con él, porque algo ha hecho bien.
Animo: Tiene cambios de estado de animo. El tiempo y el clima y otras situaciones les hace cambiar de ánimo. En primavera se les altera la sangre.

Percepción: Tienen una captación intuitiva de percepción del pensamiento, incluso de lo que pensamos nosotros, y de nuestro estado de animo, si estamos contentos, cabreados, preocupados, etc. Los caballos siempre piensan en positivo.

Posesión: El sentimiento de posesión en el semental está acentuado y éste necesita la compañía de las hembras, también reúne a todos los de su grupo para protegerlos. Incluso defienden el territorio donde estará su harén. El semental da cierta estabilidad a la manada y une al grupo.

Familiar: Existe un sentimiento o vinculo familiar muy fuerte, la amistad y la actuación del semental son sentimientos que crean la estructura del grupo. El sentimiento maternal de la madre con su hijo. El vinculo familiar lo vemos cuando se asean, dormitan, juegan y se desplazan juntos. El semental juega con sus potros. Los potrillos se hermanan con los de su edad. Se crean grupos de solteros. Las yeguas se hacen amigas uniendo familias.

Preocupación: Si están preocupados buscan la compañía de otro caballo, o de nosotros y el encontrarse seguros y las caricias les calman.
Muerte: ¿Qué sienten ante la muerte? Los caballos no están pendientes de la muerte, ni cuando otros caballos mueren aunque sean amigos. Pueden percibir cuando se acerca su muerte alejándose del grupo. Las muertes por vejez muchas veces son debidas a un fallo cardiaco. Las yeguas, si su potro ha muerto al nacer, que no lo ha olido, visto y oído vivo, no lo echa de menos porque no se han creado sentimientos maternales; pero si muere al poco de nacer se queda con el cadáver durante días, sin querer volver al grupo.

No entiende de ordenes, ni obediencia, ni autoridad, pero si entiende de dolor y de incomodidad.
¿Dependiendo de su temperamento, carácter, genética, raza, enseñanza y sus condiciones de vida los caballos también pueden ser o estar; Pesimistas, optimistas, depresivos, resignados, resentidos, voluntariosos, traumatizados, apasionados, enfadados, orgullosos, egoístas, soñadores, juguetones, holgazanes, linfáticos, fogosos, felices …?
David Muriel Holgado

miércoles, 7 de marzo de 2012

ALOIS PODHAJSKY

Alois Podhajsky nació el 24 de febrero de 1898 en Mostar (Bosnia – Herzegovina), y llego a coronel del ejército austriaco. Murió el 23 de mayo de 1973 en Viena. Durante 25 años fue director de la Escuela Española de Equitación de Viena (Austria), entre 1939 hasta 1965. Fue también medallista Olímpico y escribió entre otros libros “Mis caballos mis Maestros” “La equitación Clásica”. La Escuela Española de Equitación de Viena, fue fundada en 1572 con los caballos de Raza Lipizanos, descendientes de la raza Pura Española, los caballos Lipizanos se adiestran para la doma clásica y alta escuela. Está situada dentro el palacio imperial de los Habsburgo, el edificio lo mando construir el emperador Carlos VI del Sacro Imperio en 1735, el picadero es de estilo barroco, el arquitecto se inspiro en el palacio de Versalles. Estos caballos son criados en la “Yeguada Piber Federal” de donde se abastece la escuela.

Podhajsky era director de la escuela durante la segunda guerra mundial, en los bombardeos a Viena, evacuo para mayor seguridad a los sementales y a las yeguas. Pero los refugiados intentaban robar estos caballos para comérselos, había que protegerlos. El general Patton del ejercito norteamericano conocía a Podhajsky cuando éste competía en los Juegos Olímpicos, puso bajo la protección de Estados Unidos a los caballos Lipizanos durante la guerra. Podhajky dio un espectáculo con los caballos y jinetes de la escuela a Patton y a los norteamericanos.
De la yeguada de Piber se apropiaron los alemanes de muchos caballos lipizanos, fueron llevados a una yeguada Nazi en Hostau (Checoslovaquia), rendidos los alemanes en abril de 1945, los norteamericanos recuperaron a los caballos Lipizanos antes de que cayeran en manos de los soviéticos que posiblemente los sacrificarían para carne. Después de la guerra los Lipizanos volvieron a Viena en 1955. Podhajsky fue muy conocido por salvar a los caballos y por su aportación a la doma clásica en la Escuela Española de Equitación de Viena, que en la actualidad es una de las más reconocidas en el mundo, máximo exponente del “Arte Ecuestre”.
En sus libros Podhajky nos dice que, la educación del jinete en la escuela Española de equitación de Viena, se realiza mucho tiempo montando al caballo a pelo cuando éste va a la cuerda, para que aprenda a equilibrarse y a mantener la postura más beneficiosa para los dos.

De sus enseñanzas es necesario destacar lo siguiente:

“De todas las artes, el arte ecuestre es lo que está más cerca del arte de vivir, porque todo lo que nos enseña es directamente aplicable a la vida misma”.

Deben aprender a repartir el peso entre manos y patas.
Las manos son las más cargadas. Hacer coincidir los dos centros de gravedad del caballo y jinete es esencial en el arte ecuestre.

Contacto es la unión entre la mano del jinete y la boca del caballo, para conducirlo y reunirlo.
El caballo buscara un suave apoyo con el bocado, con un contacto permanente y uniforme, buscando un sostén en la rienda “quinta pata”, se dice que el caballo está en la mano.
Permeabilidad existe cuando la tensión de las riendas influye a través de la nuca, del cuello y del lomo sobre las patas del mismo lado, haciéndolas obedecer.

Halagar con la mano y la voz, no necesita caricias en el cuello y menos palmadas.
Dejar andar con riendas sueltas después del ejercicio, poner pie en tierra y mandar al caballo a la cuadra sin montarlo.
La avena y el azúcar, después de los ejercicios son recompensas.


El Ritmo indica la frecuencia de los diferentes movimientos., conservar el ritmo regular debe ser uno de los principales objetos de la doma.
Al paso que no arrastre los miembros, que los levante.
Si acortamos los trancos manteniendo el mismo ritmo se provoca una elevación de las extremidades, esto es la cadencia.

La mayoría de las resistencias provienen bien del miedo que el caballo siente en presencia del hombre, de no comprender lo que se exige o la imposibilidad de realizarlo.

David Muriel Holgado

sábado, 3 de marzo de 2012

CON EMBOCADURA O SIN EMBOCADURA. 2ª PARTE. EL BITLESS BRIDLE.

Hablan maravillas del “Bitless Bridle” (Cabezada sin embocadura) del Doctor Robert Cook. Siendo efectiva para dirigir y parar, mejor que los Hackamores y los Sidepulls. Pudiéndose aplicar en todas las disciplinas.
Debemos mirar por el bienestar de nuestros caballos para que se mejore el rendimiento y la relación con el hombre. Para ello vamos a dejar de introducir hierros en su boca. La ventaja de esta cabezada es que el jinete sigue teniendo el mismo control que con el freno sin causarle dolor, siendo el manejo más simple, seguro y satisfactorio. Su uso cambiara la forma de ver la equitación donde el jinete y el caballo pueden relajarse y disfrutar.
La “cabezada bitless” (cabezada sin embocadura) es un aparejo que partiendo de una cabezada normal con su frontanela, carrilleras, testera y muserola; además tiene una argolla a cada lado en la muserola por detrás de donde se abrocha las carrilleras, dispone de dos correas unidas a la frontanela por detrás de las orejas, pasan por la testera y van por detrás de la barbada cruzadas acabando en las argollas de la muserola (la de la carrillera izquierda acaba en la argolla derecha de la muserola y viceversa), acaban en dos argollas donde se abrochan las riendas, parece complicado pero no lo es (tirar de un lado con efectos en ese lado con presiones en el contrario). Creo recordar que mis mayores utilizaban un arnés parecido con las caballerías (mulos, burros). Ejerce pequeñas presiones en la cabeza (en la testuz, carrilleras y barbada), las mejillas y la nariz, con lo que obtenemos una mejor posición de cabeza y cuello. Lo entiendo como utilizar la rienda de oposición con la rienda directa con efecto directo sobre el lado contrario de su cabeza, sin dejar de tener efecto la rienda directa. Al no estar tan flexionada su cabeza, la respiración se mejora, al oxigenarse mejor el caballo se fatiga menos y por lo tanto rinde más. Al tener más suelto el cuello conseguimos un alargamiento de los trancos con más soltura, gracia y ritmo recuperando el movimiento natural del caballo. Si no ponemos nada en la boca el caballo se concentrara más al no ir pendiente de ese molesto hierro. Con un freno en su boca es lo mismo que si nosotros hacemos ejercicio a la vez que comemos. Con la “cabezada sin embocadura” el caballo mejora su equilibrio, su galope es más ligero y alargara el paso con una correcta impulsión.
A veces el uso del bocado hace difícil el control del caballo, llegando el jinete a decepcionarse, llegando a creer que el problema es suyo, que no es buen jinete, se siente incapaz de continuar y puede cabrearse incluso con el caballo para que éste le haga caso, cuando el problema que existe es una molestia que el caballo siente, se resiste y se defiende. Esta molestia en muchos de los casos viene provocada por lo que ponemos en su boca.
Paso a enumerar los problemas que puede resolver la “Bitless Bridle”: Caballos que son; Difíciles de coger en el prado y en la cuadra, tendencia al pánico, sudoración en exceso, difícil de montar, el que muestra el blanco de los ojos, lentos en el aprendizaje, difícil de frenar, agresivo, se niega a salir de las cuadras, se niega a seguir hacia delante, falta de confianza, sacude la cabeza, cabecea, pone la cabeza alta casi horizontal, se asusta con viento y lluvia, pasta cuando va caminando, muerde a los caballos de al lado y las botas del jinete, es perezoso, se aburre, se queda sin aliento, saca la punta de la lengua, hace ruido como un rugido, se le forma un nudo en la garganta, tiene tos cuando trabaja, tiene el cuello invertido con pasos entrecortados, trancos cortos pisando fuerte, tiene espolones en las barras de la boca, agarra el bocado entre los dientes, tiene dolor en su boca, etc….
El “Bitless Bridle” nos permite un trato más amable con nuestro caballo mejorando su bienestar tanto físico como mental, obtendremos unas transiciones de marcha más suaves, trancos más amplios, aumentando su impulsión y velocidad, erradicando el estrés tenemos un caballo más tranquilo, el caballo se oxigena mejor obteniendo fuerza y resistencia, avanzando en su aprendizaje, mejora la seguridad de caballo y jinete, con una comunicación efectiva, evitara que eche tanta espuma por su boca, el caballo estará preparado para enseñar a un jinete novato. El caballo sin el temor que casusa tener algo doloroso en su boca, optara por una aptitud elegante, con el cuerpo redondeado con una mejor predisposición ante lo que le pida su jinete.
Para probar, ponemos en marcha nuestra imaginación y a partir de una cabezada normal, con cuerda obtenemos una “cabezada sin embocadura” cruzando la cuerda por detrás de la barbada y utilizando de argollas unos mosquetones pequeños que van a la muserola. Yo lo he probado y me gusta. Probaremos primero en un caballo que vaya bien. Hace un tiempo probé la cabezada con un potro de cinco años, en ruta con otros caballos, fue bien con su cabeza bien puesta y con unos trancos al paso amplios y elásticos, me gusto. Habrá que tenerla en cuenta, algunos caballos la aceptaran mejor que otros.
David Muriel Holgado

jueves, 1 de marzo de 2012

CON EMBOCADURA O SIN EMBOCADURA 1ª PARTE.



Embocadura (bocado, freno). Parece claro que para manejar a nuestro caballo, debemos controlar su cabeza con algo. Desde el suelo a través del ramal a su cabezada de cuadra. ¿Qué arneses podemos poner a nuestro caballo sin meter nada en su boca?, ¿Qué ponemos en la boca a nuestro caballo?,
¿Y montados? Depende, si tenemos a un potro en doma, creemos que ya tiene la suficiente confianza con nosotros para poder subirnos encima de él, acepta la silla de montar, ¿qué utilizaremos en su cabeza para que nosotros nos sintamos seguros y él no esté molesto? En las primeras montas del potro, puede que se asuste de algo que estemos utilizando o de algo de su entorno y salga corriendo tan fuerte que no podremos controlarlo (algunos llaman irse de caña). En Doma Natural como dice Lucy Rees, hay que trabajarlo en el Picadero Redondo, hacerle correr al trote y al galope con la montura puesta, y que se desengañe, que correr así no le lleva a ninguna parte, que es mejor quedarse con nosotros. Bueno, dejemos esto para otros relatos y leamos el libro de Lucy Rees “La lógica del caballo” de la editorial Lettera, que como siempre he dicho, en él encontraremos respuesta a muchas de nuestras preguntas.
Un potro en doma necesita en su cabeza para el mínimo control que necesitamos, como dijo Nuno Oliveira en la preparación del potro, usar una cabezada de cuadra normal, con riendas fijadas a los lados. Es un error montar a un potro por primera vez con filete, aunque este acostumbrado a él, tendrá bloqueada la boca y se tensara su nuca y cuello, además el filete no le parara si se asusta, se asustara más y puede que se desboque.
La cabezada de cuadra será normal, la de cuerdas finas es útil para otras cosas, pero aquí sus nudos presionaran en los nervios de su cabeza, eso no es conveniente. Lucy Rees nos deja claro que el caballo prefiere ser guiado por nuestro cuerpo y piernas, y que tenemos más control si colocamos algo menos fuerte en su cabeza. Si ponemos algo que le causa dolor intentara escapar y protestara. Con la cabezada de cuadra para que no suba la cabeza, su muserola estará más baja y más apretada. Al potro hay que domarlo por la nariz, pero no usar la serreta (mediacaña de hierro, de forma semicircular y con puntas, que se pone sujeta a la cabezada, sobre la nariz de los caballos), en sustitución usar la cabezada de cuadra. Mejor nada en su boca. Cuando va confiado hacia adelante, podemos empezar a ponerle el filete, atar a la cabezada de cuadra, riendas al filete y a la cabezada. También se puede llevar hasta que se habitué con cuatro riendas. El filete actúa sobre las barras (asientos) y sobre la lengua, al actuar hace levantar algo la cabeza.
En las obras completas de François Baucher, nos habla del filete, diciendo que es necesario en la educación del caballo, por estar partido actúa localmente y enseña al potro a responder a las presiones de un lado sin que lo note el otro, situando su cabeza y cuello a ese lado. Tiene también el efecto de colocar la cabeza en su posición justa.
Lucy Rees nos enseña que el filete, es la embocadura para un potro, le permite apoyarse un poco en la mano cuando le falta equilibrio. Acostumbraremos al potro al filete, lo atamos a un lado de la cabezada, lo metemos en su boca y lo atamos al otro lado no demasiado alto. Que paste con él durante horas, se habitúa a comer con la lengua debajo del filete, varios días, si se acostumbra luego no necesitaremos cerrar su boca apretando la muserola que no deja al caballo relajar la boca, ni flexionar la nuca. También cuando se le lleva con riendas largas puede llevar así el filete, que se le vaya haciendo la boca. Deberá tener un mínimo contacto en su boca, pero debe estar ajustado, con cerrar la mano le bloqueamos, debemos mover las manos acompañando a su cabeza. No tirar de las riendas, molestamos cerrando y abriendo la mano, bloqueamos con la mano firme.
Hay varios tipos de filete, el rígido de goma o plástico que se pone flexible con el calor de la boca; el articulado partido en dos, hay uno que está articulado dos veces con una pieza en el centro, esté se adapta mejor a su boca, sobre todo si el caballo tiene poco hueco en el paladar. A veces el filete partido toca el paladar haciéndole daño. Algunos árabes no aceptan ningún tipo de filete. Nunca utilizar unos que llevan placas sobre su lengua en la parte central, hacen mucho daño. El ancho de las barras donde tocan los asientos del caballo han de ser gruesas, la parte central que cruza la lengua es más cómoda cuando es fina. El filete tiene que tener la anchura correcta, colocado tocando las comisuras de sus labios, abrir la boca para comprobar su comodidad. Con filete llevar las manos bajas a la altura de la cruz, así evitamos que levante la cabeza, si se llevan las manos altas el filete presiona contra los premolares y le duele. Muchos utilizan los filetes de palillos para que con ese tope no se cuelen en la boca del caballo. El filete se puede utilizar como rienda abierta. Por un tiempo con el potro en doma, se le llevara con cuatro riendas, dos al filete y dos a la cabezada de cuadra, que considero un seguro porque en caso necesario se tirara de las riendas de la cabezada de cuadra que le harán menos daño que las del filete.
Con el tiempo y buen uso de nuestra mano, se podrá utilizar un bocado para refinar y suavizar, procurando que la muserola no esté muy apretada para que pueda flexionar la nuca.
Baucher ya decía que se puede utilizar un solo bocado para todos los caballo independientemente de su sensibilidad. Se necesita muy pocos gramos de fuerza para que el bocado empiece a actuar. Que un bocado suave produce tanto efecto como un bocado duro. Cuando nos referimos a una boca dura, deberíamos referirnos a una mano dura del jinete. La dureza de boca que creemos encontrar no se debe a como son sus barras (asientos) y sus encías, es por la conformación del caballo o su equilibrio. El bocado de palanca (camas) largas tendrá mucha fuerza y el caballo le tendrá temor, oprimiéndole, y deseara irse, acularse y defenderse.
El bocado, que actúa como un eje, pone presión en la cadenilla de barbada, haciendo que el caballo flexiona más la nuca y baje la cabeza. Es más severo que el filete, puede castigar bastante si no es usado con gran sensibilidad. Más severo si la palanca (camas o pata) es más larga (largura correcta si a los 45 grados empieza a actuar), si es curvada como los americanos son más suaves que los de palanca recta. Las barras serán gruesas para que no se claven en los asientos del caballo. Los bocados que tienen mucho puente (desveno) lastiman el paladar. La cadenilla retorcida para que se acomode plana, también puede ir forrada. Con el bocado no se puede actuar como rienda abierta, el bocado portugués si actúa como rienda abierta porque tiene las palancas articuladas. Tenemos que saber cuanta rienda le damos para evitar que levante demasiado el cuello.
Con dos embocadura, filete y bocado debemos tener manos muy finas. Se coloca más arriba el filete, cuatro riendas, mejor las del filete arriba y la del bocado debajo (o al contrario).
El pelham suave, es un bocado que tiene la palanca corta y un puente pequeño, las barras han de ser gruesas pero no en exceso para no dañar los asientos, en él se pueden poner cuatro riendas, arriba filete, abajo el bocado, va bien en casi todos los caballos. Happy Mouth (boca feliz) con embocadura de plástico, lo aceptan mejor que el de metal y es mucho más suave. Pueden estar unidos los enganches del filete y el bocado con una correa para llevar dos riendas.
El Goyoaga, es un filete con cadenilla de barbada de acción suave con varios puntos para poner las riendas.
“El efecto del filete es elevador y el efecto del bocado es recogedor”.
Aquí podemos tener la solución de “Plegar el Pico” de Baucher, que es tener el perfil de la cabeza cerca de la vertical con su nuca en lo más alto.

Sin Embocadura:
El hackamore, con efecto de bocado, no entra nada en su boca, pero tiene palancas y cadenilla. No se puede usar como rienda abierta, por eso es difícil de usar con potros, debe entender el giro con rienda exterior, la severidad depende de la medida de las palancas y de la muserola que en algunos es demasiado fina. La muserola suele ser de cuero y se adapta a su nariz. El Hackamore inglés, es suave con palancas cortas y curvadas, deben estar las palancas unidas con una cuerda. El americano es de palancas largas, por lo tanto más severo, podemos forrar la muserola y la cadenilla. Da resultado sustituir la cadenilla por una correa de cuero fuerte que se puede ajustar con una hebilla que no haga daño, yo la fabrique y la prefiero a la cadenilla. Debemos acostumbrar al hackamore antes de salir, puede ser muy severo.
Si se prefiere el Hackamore practicamos con unas riendas a la cabezada de cuadra y otras al hackamore. Debe estar bien colocado ni muy bajo que haría daño en esa la parte tierna de la nariz, ni muy alto que también hace daño.

Motivos de Lucy Rees para no usar la serreta: Con ella tiene gran dificultad para flexionar la nuca, al no poder liberar y bajar la mandíbula, si está muy apretada para no dañar la nariz del caballo, no se soltara la mandíbula. La serreta presiona la nariz y los nervios, si el caballo flexiona será por el dolor que trasmite tensiones a otras partes del cuerpo, resultando movimientos rígidos. Añadir que con su uso es muy posible causar daño moral al caballo. Muy pocos saben usarla sin perjudicar. Hay que erradicar herramientas que en manos de algunos pueden hacer la vida insoportable al caballo.

Joaquín Olivera Peña, refiriéndose a la movilidad de la mandíbula, decía que hay que teclear a menudo la boca del caballo, para ponerla en movimiento, muchas veces ayuda el darle un azucarillo o un puñado de hierba para motivar las glándulas salivares. Si la boca esta húmeda es porque la mandíbula está suelta con lo cual el caballo se encuentra sin tensión. Entiendo por teclear el mover con las riendas del filete o del bocado, suavemente como molestando, con el fin de soltar la boca.
Experimentar probando embocaduras para ver cual prefiere el caballo. En caballos ya domados que no aguantan ningún tipo de bocado, podemos probar con un hackamore. Muchos caballos pueden ir con cabezada de cuadra, probaremos llevándolo con cuatro riendas, dos al bocado y dos a la cabezada de cuadra, solamente actuamos con las de la cabezada de cuadra, teniendo las otras del bocado por si tenemos que utilizarlas, hasta acostumbrarle, siempre que se cambie de embocadura será poco a poco y observando sus reacciones.

David Muriel Holgado