El
sueño en el caballo es una necesidad fisiológica fundamental y no debe ser
privado de ella, un sueño de calidad afecta favorablemente al caballo y es
fundamental para su salud. Los caballos que duermen bien son más sociables,
ganan peso y son menos agresivos que los que sufren algún trastorno del sueño. Disponen
de un reloj interno que le permiten regular los ciclos del sueño. El llamado
ciclo de luz ayuda a regular los períodos de descanso.
El caballo es un animal presa y aunque pasa tiempo
adormilado siempre está alerta. Es difícil saber las horas que duerme. Los
jóvenes duermen más que los adultos, el potro hasta los seis meses pasa descansando
la mitad del día media hora cada hora y a partir de los seis meses un cuarto de
hora cada hora. De adulto duerme al día un total de tres horas y media
repartidas en varios momentos.
Los
carnívoros pasan mucho tiempo dormidos, los herbívoros como el caballo duermen
pocas horas al día, están vigilando, siempre alerta para poder sobrevivir.
Duermen
de pie para poder huir de los depredadores, solo duermen tumbados cuando están
acostumbrados a un lugar y están seguros, el sueño profundo solo lo pueden
hacer si están tumbados. Vemos descansar a los caballos estando de pie poniendo
una de sus extremidades traseras relajada mientras la otra aguanta todo el
peso, va alternando cada cierto tiempo, a esto se le llama aparato recíproco de
sostén que se da debido a una combinación de tendones y ligamentos que permiten
mantener esta posición sin la intervención de los músculos.
Sobre las fases del sueño podemos decir que
la primera fase es la que podemos denominar como “sueño ligero” en el que está
sobre 45 minutos al día. La fase de sueño llamado “ondas lentas o sueño
profundo” en el que pasa unos 135 minutos al día. Y por último el sueño llamado “REM” que es
un sueño muy profundo en el que están alrededor de 30 minutos al día y en el
que el caballo tiene que estar tumbado totalmente estirado, tenemos presente
esto porque no pocas veces tenemos al caballo en lugares en los que no se puede
tumbar como en los desplazamientos de grandes distancias y cuando permanecen en
cuadras muy pequeñas en las que se ven privados de la necesaria movilidad, en
la fase REM requiere 15 minutos del conocido como sueño paradójico yacente,
esta fase es necesaria para la vida y si por algún motivo es privado de ella
durante algún tiempo puede tener importantes alteraciones pudiendo llegar a
morir.
Se
han realizado estudios electrofisiológicos sobre la actividad del cerebro y han
evidenciado que los caballos presentan una de las fases del sueño es idéntica a
la que en el hombre se corresponde con la experiencia onírica; esta fase es la que
se denomina sueño REM o sueño paradojico (Rapid Eye Movements, que significa
«movimientos oculares rápidos»). Ruckebusch estudio el sueño paradójico de los
caballos y comprobó que le servía para ordenar sus experiencias de vida.
Podemos decir que los caballos sueñen
pacíficamente, ahora bien, no se sabe sobre lo que sueñan, es un misterio, según
parece, caballos que estuvieron en la II Guerra Mundial coceaban y relinchaban
cuando dormían. Es posible que sueñen sobre lo que perciben en su realidad
diaria, de sus experiencias y vivencias. La
función biológica del sueño todavía no se conoce, pero se ha especulado con la
posibilidad de que sea un sistema para ahorrar energía, depurar las sustancias
químicas del cerebro o fijar el aprendizaje y los recuerdos que se han
adquirido durante el día.
Puede tener trastornos en el sueño debido a
un dolor o alguna molestia física como problemas articulares, enfermedades
musculo-esqueléticas, úlceras gástricas, etc. No duermen bien por cambio en su
entorno, al introducir nuevos caballos en la manada, por problemas de
convivencia entre caballos y algunos problemas relacionados con la
climatología. Puede que no duerman por la monotonía de estar en la misma
posición mucho tiempo, por tener poco espacio para tumbarse en la cuadra, etc. Algunos caballos por su instinto de
supervivencia no duermen bien de noche.
El
grupo de Neurofisiología del Sueño de la Universidad de las Islas Baleares dice
que «dormir no es parar y quedarse al relantí», que «el sueño sigue siendo
misterioso y complejo». Aseguran que hay diferencias entre el sueño humano y el
de un animal. El humano tiene necesidad de caer en fase REM donde la relajación
muscular es absoluta, normalmente entra en esta fase cuatro veces en una noche.
Marlen
Coll alumna de Biología, para su trabajo de fin de grado planteó hacer un
estudio a su caballo acerca de recuperar el sueño atrasado. Cambiaron al
caballo de cuadra y a través de un sensor de actividad en una de sus patas,
vieron que el caballo duerme peor en la cuadra que no conoce. Por el sensor
saben si el caballo se mueve, si se despierta, si duerme de pie o tumbado. El
humano puede y necesita recuperar el sueño perdido, tiene un rebote de sueño
muy fuerte. El caballo por ser animal presa de los depredadores duerme poco y
puede pasar un tiempo sin dormir sin tener la necesidad de recuperar el sueño
perdido.
Fuentes consultadas:
David Muriel Holgado.
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