jueves, 11 de julio de 2019

¿EN QUÉ CONSISTE EL ACICALAMIENTO O GROOMING?


El grooming es un término de la lengua inglesa que significa “acicalar” en español. Prefiero llamar acicalamiento porque es un término que también se utiliza para hacer referencia a la práctica de acoso y abuso sexual que sufren niños y jóvenes a través de las redes sociales.
Cuando hablamos de caballos, el grooming es el acicalamiento que realizan estos así mismos o a otros. Mordisquea su piel o la de otro caballo normalmente amigo, con el fin de rascarse y limpiar la piel para eliminar parásitos, es un hábito higiénico. También es considerado un acto social con el que los animales refuerzan sus lazos de amistad, fortaleciendo los vínculos de unión entre los miembros de la manada. Si son muy amigos se mordisquean muy a menudo, si no lo son tanto se mordisquean menos. Lo realizan de potros y de adultos, muchas veces al día, incluso después de las disputas para reconciliarse y establecer calma en el grupo.

En las zonas del cuerpo que más actúan es en la zona lateral del cuello, alrededor de la cruz, los flancos y la grupa, mordisqueando con los dientes incisivos.

El grooming es importante para otros mamíferos sociales como los perros y los chimpancés. Hemos visto actos que podemos considerar grooming entre especies, como cuando un perro te lame continuamente, un caballo te lame el pelo y los brazos, hasta vemos a las vacas lamer la cabeza de alguna persona. ¿Podemos considerar a estos actos como grooming?
Existe el grooming interespecies, las caricias, el rascar, el cepillar, el contacto físico en general que realizamos a los caballos es recomendable para tener una buena relación con nuestros caballos. Es una forma que podemos usar para ganar amistad y confianza con nuestro caballo.
Vamos a hacerlo bien, las caricias les gusta pero no les gusta nada las palmadas fuertes que mucha gente da a los caballos. Según estudios realizados por científicos Alemanes concluyen que las caricias circulares y suaves dan mejores resultados, los caballos disfrutaban mucho y se relajaban más, confiando en el jinete. Con las palmadas fuertes se estresaban mucho. Por eso acariciaremos de forma circular en el cuello, espalda, flancos y muslos. Si actuamos como dando mordidas o rascadas con nuestros dedos donde más efecto hace es en la cruz, la nuca, la crin y la grupa. 


Cuando acariciamos, rascamos o pellizcamos su piel, si al caballo le gusta lo que estamos haciendo cierra los párpados, relaja los belfos, al relajarse deja caer sus orejas, baja la cabeza y su cuello. Muchas veces nuestro caballo cuando estamos trabajando con él en doma natural o después de montar, pega su cabeza contra nosotros y en ocasiones empuja un poco, no lo consideraremos como falta de respeto, ni que el caballo ocupa nuestro espacio, ni que rompe la jerarquía, simplemente es una petición de atenciones con la que quiere reforzar su amistad con nosotros y necesita relajarse después de un esfuerzo físico o mental, esa acción no se castiga, le acariciamos, rascamos y acicalamos, hacemos grooming  con nuestro caballo para tener una mejor relación con él.

Especialistas franceses han realizado un estudio en el que afirman que cuando rascamos y cepillamos  la zona baja del cuello de un caballo reduce su frecuencia cardiaca entre un 11 y un 14%, el caballo se relaja, está plácidamente y obtiene bienestar.  Para cepillarle usamos cepillos suaves para la cabeza y de cerdas duras para el cuerpo, con las almohazas estimulamos la circulación sanguínea, damos tono a los músculos y mejoramos el pelaje. Frotarles con paja haciendo círculos después de montar les beneficia muchísimo, además de quitarles el sudor soltamos sus músculos.

David Muriel Holgado.

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