Se sabe muy poco de
la muerte de los caballos y de cómo la perciben. Caballos que mueren siendo
mayores muchas veces es por un fallo cardiaco. En ocasiones mueren muy
intranquilos y coceando. Se han encontrado restos de caballos en zonas
pantanosas, el caballo percibe cuando está cerca la muerte y se retira de la manada
acercándose a estas zonas. Al ser seres emotivos e inteligentes que sienten y
son conscientes de lo que pasa en su entorno. Se entristecen por la ausencia de
un amigo.
La manada reacciona cuando uno de los suyos muere, lo
tocan, lo muerden, le dan con sus patas, para que se mueva. El duelo puede
existir en los caballos con una determinada duración. Si tienen amigos hay
vínculos profundos con ellos y al no moverse y al desaparecer se rompen estos
vínculos, viene la tristeza y la pena por haberse ido su amigo. No se sabe si
tienen consciencia de la muerte de la misma manera que nosotros, posiblemente
sea distinta.
Un cazador dispara a un ciervo que se encuentra con la
manada, lo mata, los demás se asustan por el ruido del disparo, pero cuando ven
que no hay peligro continúan comiendo.
¿Los animales comprenden la muerte? Una leyenda africana
dice que los elefantes regresan a sus cementerios para recordar a compañeros,
tocan y huelen los huesos, cosa que no hacen con los huesos de otros animales.
Se puede ver que arrastren a un joven elefante muerto entre todos los de la
manada y así llevarlo en cortejo fúnebre hasta donde desean que descanse.
Una historia de Anselmo García Magdalena, La lealtad de
la manada de “asturcones”, una yegua se despeño y murió en el acto, toda la
manada la llamo hasta que se dieron cuenta de que no volvería.
Una cebra que está con su cría es atacada por un
guepardo, consigue alcanzar al potrillo y darle muerte, la cebra ataca al
guepardo y no deja que se acerque a su hijo, está con la cría varios días hasta
que se da cuenta de que no volverá a levantarse, el guepardo ha estado
esperando tiempo para poder comer la presa, pero como hace mucho calor el
cadáver se pudre y el depredador se va del lugar, sin probar bocado.
La yegua cuando pare al potrillo, lo huele, lo lame y le
quita la bolsa que envuelve al potrillo recién nacido, se crea un vínculo entre
ambos, la yegua no olvidará el olor del potrillo nunca, si se va y vuelve
dentro de un tiempo lo reconocerá, y si por alguna circunstancia muere la cría,
la madre quedará con el cadáver durante varios días. Pero si el potro ha muerto
al nacer, no lo echara de menos porque no lo ha oído y no lo ha olido vivo, aún
no se ha creado el vínculo.
Observando
las manadas de caballos salvajes podemos apreciar que la dinámica del grupo
cambia cada vez que existe un cambio en sus miembros, sea porque algún caballo
abandona la banda o muere alguno, o bien, porque se une al grupo algún caballo que
viene de otra banda.
En
ocasiones caballos que pasan mucho tiempo nerviosos, con la muerte del que
tanto estrés le causaba, su comportamiento se vuelve mucho más tranquilo. La
causa de su nerviosismo y ansiedad era provocada
por la convivencia con ese miembro. Los caballos sueltos que viven sin la
intervención del hombre a veces pueden elegir con quien estar, de ahí viene la
cohesión del grupo, pero también ocurre que el semental de la banda agrupa
yeguas que no se llevan bien entre ellas y aparecen siempre separadas una de la
otra; o que el semental consiga alguna yegua, pero esta no se ve atraída por
ese semental y cuando necesita se va de la banda para aparearse con el semental
de otro grupo aunque vuelva después a la banda.
Podemos
afirmar que la muerte o el abandono del grupo de un caballo puede producir un
cambio de comportamiento en algún miembro de la banda o un cambio en la dinámica
y personalidad de la banda.
Por
lo tanto cuando formamos un grupo de caballos domésticos que conviven juntos,
para una cohesión y buen entendimiento de todos los miembros del grupo, tenemos
en cuenta sus personalidades para juntarlos convenientemente para que no haya
conflictos.
El hombre siente la muerte de un
caballo y las emociones que aparecen son la tristeza, la soledad, el enfado,
etc. La relación con los caballos será mejor si somos empáticos, el ponernos en
su piel nos hace ser compasivos y amarlos. Es bueno lidiar con estas emociones.
¿Un
caballo puede sentir la pérdida por muerte de un amigo? Puede sentir una sensación
de pérdida de un amigo y tener ansiedad, tristeza, etc. ya sea porque el amigo abandona
el lugar o porque muera. En esas ocasiones nos ponemos en el lugar del caballo
y hacemos todo lo necesario para que se sienta bien.
Cuando
un caballo ha muerto, los otros miembros se dan cuenta de que algo ha pasado,
podemos dejar que vea a su amigo muerto, que se acerquen al cuerpo, que lo
huelan y que hagan lo que quieran. Puede que resoplen y que se muestren
atemorizados por la presencia de su amigo muerto.
Historias
sobre caballos salvajes en Oregón, frontera con California. «Una yegua con su
potro pequeño al que sigue amamantando, estaba muy delgada, la yegua se acerco
a las personas que estaban observándolos, estas apreciaron que necesitaba
desparasitarse, prepararon una mezcla con Ivermectin junto con avena, la yegua
comió la mezcla y mejoró engordando. Esta yegua es una yegua importante en su
banda, otro día y en agradecimiento la yegua se acerco a las personas llevando
a toda la familia incluido el semental para presentárselos. Se creó un vínculo
especial entre caballos y humanos. Los humanos siguieron visitando y observando
a los caballos salvajes, interactuando con ellos con una conexión comunicativa
de empatía, se podría decir que establecieron un diálogo coherente con los
caballos salvajes.
Después de un tiempo los humanos volvieron al territorio
donde estaban los caballos, cerca de un manantial una yegua se acerco a ellos y
reconoció el olor de una de las personas. Los caballos actuaban como si algo importante
estuviera pasando. Había un caballo tumbado en el suelo al lado de un enebro,
era una yegua conocida por las personas, la yegua les miró, estos observaron
que tenía en muy mal estado una pata que se había cortado con alambre de espino
y estaba muriéndose. Cerca de la yegua herida había muchos caballos, el semental
se acerco a la yegua, esta, levanto la cabeza y el semental acerco su hocico
oliéndola, después todos los miembros de la banda hicieron lo mismo. Los
humanos estaban presenciando un ritual sagrado en el que los caballos se
despedían de la yegua herida, vieron conveniente retirarse para no interponerse
en la despedida.
Pasadas unas horas volvieron al lugar y comprobaron que
la yegua herida de muerte, había podido moverse a un lugar donde le podía dar
el sol, para morir ahí. Junto a ella de vigilia estaba un semental joven, realizaba
un relincho que más parecía a un llanto inquietante, penetrante que parecía un
lamento muy triste. Resulta que este semental soltero fue compañero de juegos
de la yegua desde que eran potrillos, ahí permaneció guardándola».
Fuentes consultadas:
https://www.horseandhound.co.uk/horse-care/horse-care-tips/do-horses-grieve-feel-loss-644513
David Muriel Holgado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario