Al potro huérfano le tenemos que
dedicar mucho tiempo, sobre todo si tenemos que alimentarlo con biberón. Debe
vivir en compañía de otros caballos para que aprenda la vida de caballo, a
comer hierba, a respetar las normas sociales y a jugar con los de su edad. Si el potro no se alimenta porque está
enfermo tenemos problemas, el veterinario podría optar por alimentarlo con
sonda nasogástrica y si fuera necesario para prevenir la deshidratación se le
administran líquidos por vía intravenosa.
Hemos agotado todas las posibles
soluciones y decidimos criarlo a biberón. Si queda huérfano al nacer o su madre
lo rechaza, tenemos que conseguir calostro ordeñando a la yegua o adquirir ese
calostro para que el potro lo reciba en las primeras 18 horas para que absorba
las inmunoglobulinas. En último caso de no encontrar calostro, el potro
requiere plasma intravenoso en las 24 horas de vida. Necesitara hasta dos
litros de plasma si no recibe calostro. Si se consigue calostro necesita hasta
250 ml cada hora en las primeras 6 horas, después podemos dar alguna toma más
de calostro cada 2 horas. En las primeras 12 horas de vida damos 800 ml de
calostro por cada 10 kilos de peso, sabiendo que un potro recién nacido pesa
entre 65 a 75 kilos, puede consumir
hasta cinco litros de calostro en las primeras 24 horas.
Si no hemos conseguido calostro de
la madre, usamos calostro congelado de alguna casa comercial. Dejamos que se
descongele sin calentarlo y para que no se destruyan los anticuerpos que posee
el calostro nunca usamos el microondas para calentarlos, seguimos las
indicaciones del fabricante. Tenemos en cuenta la temperatura de los calostros y
de la leche que le demos después, que debe ser la misma que la temperatura
corporal del potro entre 38 y 38,5 ºC.
Comprobamos el nivel de anticuerpos
en las 10 horas del nacimiento. Si dándole calostros aun está bajo, se le
administrara por vía intravenosa los anticuerpos que necesite. Si no tiene los
niveles precisos de anticuerpos estará expuesto a infecciones y a enfermedades,
reduciéndose las posibilidades de sobrevivir.
Después de tomar los calostros
durante al menos las 12 horas primeras de vida, al potro huérfano comenzamos
dando leche de buena calidad que imite a la leche de la yegua. Al igual que
cuando está con la madre se debe dar la leche en pequeñas cantidades muchas
veces al día.
La leche de otros animales no es
conveniente porque el tracto digestivo del potro solo admite los nutrientes de
la leche de yegua.
La leche de vaca es más alta en
grasa y en proteínas, baja en azúcar y en lactosa, si se la damos le añadimos
un poco de miel.
La leche de cabra les gusta más, aunque
tiene más grasa, la digiere mejor que la leche de vaca, aunque la leche de
cabra puede producir estreñimiento y acidosis metabólica, muchos potros han salido
adelante con leche de cabra.
Si
no tenemos otra leche a mano puede servirnos la siguiente mezcla, 125 gramos de
leche desnatada en polvo, 125 gramos de leche entera en polvo, disuelta en 1,75
litros de agua tibia.
Tenemos en cuenta que la composición
de la leche de yegua es del 10,7% de sólidos, el 25% de proteína cruda, el 17%
de grasa cruda, el 0% de fibra cruda y en cada litro de leche hay 580
kilocalorías de energía.
La leche comercial que sustituye a
la leche de la madre debe contener entre el 18 y el 20 % de proteínas, entre el
13 y el 15% de grasa, entre el 50 y el 55 % de lactosa y menos de 0,5% de
fibra, que tenga un buen nivel de aminoácidos como la lisina y la metionina. Minerales
como el calcio, el fósforo, cobre, zinc y magnesio principalmente. Si tiene muy
alto el porcentaje en proteínas o grasas y demasiado bajo en lactosa puede
ocasionar problemas de diarrea o de crecimiento.
Depende de las marcas comerciales,
la mezcla puede ser de 125 gramos de leche en polvo para potros en 875 mililitros
de agua tibia. Después, esta mezcla se puede guardar en el refrigerador para
dársela durante 24 horas, pasado este tiempo tiramos la que sobre.
Cuando damos por primera vez la
leche comercial el potro podrá defecar un poco suelto, es normal, pero si tiene
diarrea podemos cambiar de marca de leche, si dura más de un día avisamos al
veterinario. Al igual que si se le hincha el vientre por acumulación de gas,
vemos si es por la leche comercial. También si damos mucha cantidad
podría causar diarrea pastosa de color claro, para evitarlo, alimentamos
empezando con un 10% de su peso corporal en leche al día, subiendo de un 3 a un
5% diariamente hasta conseguir dar entre el 21% y el 25% de su peso corporal en
leche al día, pudiendo ganar de uno a dos kilos de peso por día.
La yegua produce entre 9 y 15
litros de leche al día.
Durante los primeros 15 días, le
damos al día 1 litro de leche por cada 10 kilos de peso, si vemos que no
aumenta de peso alimentamos a partir del mes subiendo como máximo a 2,5 litros
por cada 10 kilos de peso, si gana demasiado peso reducimos la cantidad.
Siempre tendrá acceso a agua limpia y heno a su disposición, si vemos
conveniente damos algo de pellet apropiado a su edad, existen unas pastillas de
leche que podemos dar haciendo un puré. No alimentamos más de lo necesario, no
damos mucha leche en cada toma para no sobrecargar el tracto digestivo y pueda digerir bien y absorber azúcares y
proteínas.
Con su madre mama hasta siete
veces a la hora. Su sistema digestivo requiere que tome poca cantidad en muchas
tomas. Si damos tomas copiosas no le dará tiempo a digerirla.
De recién nacido se le tendrá que
dar leche unas 16 veces al día para ir reduciendo hasta llegar a darle cinco
veces al día cuando cumpla 15 días de edad, si disminuyen las veces, aumentamos
la cantidad.
Si alimentamos con biberón tenemos
en cuenta varios aspectos: No ponemos azúcar en la leche comercial. Damos las
tomas a la misma hora y siempre la misma persona si puede ser. Alimentar con
biberón tiene el riesgo de desarrollar neumonía por la aspiración, además creara
un vínculo exagerado con la persona que lo cría, pudiendo ocasionar problemas
de comportamiento, alimentar con biberón se necesita estar muy pendiente y da
mucho trabajo.
Podemos usar las misma tetina que
usamos con los bebés, agitamos el biberón, si damos la vuelta a la botella no
debe gotear, si sale mucha leche podíamos asfixiar al potro si pasa la leche
hacia la tráquea. Ponemos el biberón a una altura adecuada para que su nariz
quede por debajo del nivel de sus ojos, así evitamos que entre la leche en los
pulmones. Imitamos lo máximo posible la forma natural de amamantarse, nos
colocamos de espaldas su nariz debajo de nuestro brazo e introducimos el pezón
en su boca encima de su lengua, golpeara nuestro brazo con su cabeza como hace
con su madre para estimular la bajada de la leche. Anotamos las horas y la
cantidad de cada toma al menos los primeros días para saber la cantidad que
está tomando y el peso que va cogiendo.
Tenemos mucho cuidado con la
limpieza y lavamos los cubos y tetinas con agua caliente después de su uso.
Pasados cuatro días y cuando se
hayan acostumbrado a la leche se le puede enseñar a beber de un cubo,
intentaremos que la leche esté a la temperatura corporal al menos durante las
dos primeras semanas.
Para enseñarle ponemos la leche en
nuestros dedos y los metemos en su boca para que succione, con los dedos en su
boca los metemos en un cubo con la leche templada. Otro método de enseñarle es
ofrecerle la leche en un plato hondo, mejor si tiene hambre, con paciencia,
mojamos sus labios con la leche, si comienza a tomar la leche quitamos nuestros
dedos, luego se la ofrecemos en el cubo. Dejamos el cubo con la leche y
revisamos cada seis horas, tomara la que quiera, pero nunca le proporcionamos
más de la recomendada al día. Si no se regula, volvemos a sistema anterior de tomas.
El cubo lo ponemos a la altura de su pecho para facilitar que beba, sujetamos
bien el cubo para que no se vuelque. Si puede ser que el cubo sea de color
claro que mida alrededor de 30 cm de diámetro y 20 a 25 cm de profundidad.
Al mes de vida complementario a la
leche puede alimentarse con comida solida, imitando a la yegua mordisqueara la
hierba, el heno y el pienso a los pocos días de nacer. A los potros huérfanos
al mes se le ofrece un poco de alimento de pellet para sustituirlo por la
leche, se lo ponemos en su boca para que los conozca, puede echarlos hasta que
se habitúa. No alimentar con alimento muy alto en proteínas, que tenga
alrededor de un 12%. No damos mucho grano para evitar enfermedades óseas como
la fisitis que es el crecimiento anormal de las placas de crecimiento y la
osteocondrosis.
Si dispone de pasto, heno y si se
ha acostumbrado al pienso en pellet, el potro huérfano alimentado con leche
comercial se puede destetar a los tres o cuatro meses, quitando la leche
progresivamente.
Páginas consultadas thehorse.com y
feedxl.com
David Muriel Holgado.