lunes, 17 de octubre de 2016

QUÉ NOS DICEN LOS CABALLOS CON SUS OREJAS.




LAS MULAS hablan con las orejas.
Ciro Bayo, en 1910, escribió un libro titulado “El peregrino entretenido”, en el que narra como las mulas hablan con las orejas:
Y el gitano diome este cursillo acerca del lenguaje mímico de las orejas de las mulas, y que yo traslado aderezando conceptos y estilo:
“Cuando la mula lleva las dos orejas tiesas y hacia adelante, significa fuerza, satisfacción, músculos de acero, estómago satisfecho.
A medida que las orejas bajan, los músculos se aflojan y disminuye la fuerza, como disminuye la columna de mercurio de un termómetro cuando se acerca al frío.
Si pone las orejas ligeramente divergentes, es principio de cansancio; si flojas del todo, marcando el compás a cada paso, cansancio total.
Una oreja tiesa y otra caída, significan mal humor; las dos orejas tiesas, pero una hacia adelante y otra hacia atrás, mal carácter, mula traidora”.



LOS EQUINOS…
Perciben sonidos de alta frecuencia de hasta 4400 mt s. Su rango de sonido es de 55 Hz-25 Khz; el rango de sonido humano es de 20 Hz- 20 Khz. mucho más bajos que nosotros, puede mover sus orejas independientemente 180º, para ello utiliza 16 músculos. Escuchan ruidos, detectan sonidos más agudos, más profundos y menos fuertes que nosotros. Sus orejas tienen forma de embudo para recoger bien todos los sonidos, están protegidas con pelo para que no entren semillas, moscas o lluvia. No cortar los pelos de las orejas a los caballos, tienen su función.
Los sonidos de crujidos, como el plástico y días de mucho viento les ponen muy nerviosos. Como cuando el tigre se mueve entre la hierba seca.



Las orejas son unos indicadores exactos de donde prestan atención. A través de las orejas nos indican su estado emocional. En doma un caballo atento está pendiente de su jinete por eso a veces gira sus orejas hacia él, si está muy concentrado pondrá las orejas muy tiesas hacia adelante.
Las orejas hacia adelante significan interés. Los caballos saludan con sus orejas hacia adelante. Si escondemos un regalo en nuestras manos el caballo olisqueara y pondrá sus orejas hacia adelante.
Pone las orejas hacia atrás por agresividad o para protegerlas. Si las gira un poco hacia atrás indican sumisión. Las orejas giradas hacia atrás pueden indicarnos solamente atención en esa dirección, enfado o que quiere escuchar lo que tiene detrás porque ha detectado algo delante y quiere asegurarse por si tiene que volverse. Aplastando sus orejas y girándolas hacia atrás es que tiene un problema o mucho miedo, un caballo enfadado aplasta sus orejas, teniéndolas en esa posición no puede oír nada, cuando luchan entre ellos así las protegen de posibles mordiscos del adversario. Giradas a los lados nos indican que está atento de lo que pasa en esa dirección, a los lados caídas es que está adormecido, relajado o que quiere desconectar.
En las carreras, compitiendo, en el polo, etc… muy frecuentemente sobre todo cuanto están concentrados o realizando maniobras difíciles el caballo pone sus orejas hacia atrás, lo hacen para proteger el oído y que nada entre en ellos.



Si van en manada colocan las orejas dependiendo de la posición que ocupen. El que va delante sitúa sus orejas hacia adelante para recibir los sonidos que vienen de esa dirección, los caballos que van en medio giran sus orejas a los lados y el último las gira hacia atrás. También en grupo cuando están tumbados el que vigila puede estar levantado o medio tumbado, moverá sus orejas en todas las direcciones para detectar sonidos de alarma, los caballos por instinto tienen en su mente que en cualquier momento puede presentarse un depredador y comérselos.

Tendremos en cuenta que junto a las señales de sus orejas también nos mandan otras de partes de su cuerpo a la vez. Por lo tanto un caballo relajado puede tener sus orejas caídas y su belfo inferior colgando. El caballo enfadado tiene sus orejas tumbadas hacia atrás, apretados los labios y mandíbulas, sacuden su cola, muestran el blanco de sus ojos y realizar sacudidas de cabeza.
El caballo asustadizo y nervioso puede poner sus orejas hacia adelante para escuchar los peligros que pueden venir por allí, pone su cuello rígido y su cabeza muy alta.

David Muriel Holgado.

martes, 11 de octubre de 2016

SANDRA DE ISIDRO EN LA ASOCIACIÓN WINSTON. YO CUIDARE DE TI AL IGUAL QUE TU CUIDARAS DE MI.



Una tarde soleada de un otoño seco fui a visitar a mis amigos caballos y humanos de la Asociación Winston en la Cañada (Avila), ya sabéis que se dedican a ayudar a caballos  maltratados y abandonados. Rafa y Dolo no dejan de recibir caballos en un estado físico y emocional lamentable. En unos días recibiran a Malak (Ángel), un caballo que fue abandonado atado a un árbol, así llevaba varios días, malnutrido y deshidratado. En la actualidad cuidan a más de 50 entre caballos, yeguas y potrillos. Siempre necesitan la ayuda económica de todos nosotros.



La gran mayoría de los caballos que se encuentran en la Asociación, llegan con unas experiencias de maltrato tanto físico como psicológico, muy resabiados, tienen un miedo atroz a los humanos, no se dejan tocar ni manejar, totalmente esquivos. Una de las funciones de la Asociación es la de quitarles esos miedos que traen para poderlos manejar cuando precisan ser curados y para que sepan que no todos los humanos son iguales, que ahora tienen otra oportunidad de vivir en manada junto a otros de su especie y junto a humanos que se desviven en darles cariño y procurarles bienestar. Por eso se encuentra aquí Sandra de Isidro para  quitarles esos miedos  y para enseñarnos en que consiste la doma natural, que es la herramienta basada en la confianza, que debemos utilizar para enseñarles y adiestrarles, por ser una manera no violenta con la que podemos llegar a que el caballo voluntariamente acepte nuestras peticiones. Este fin de semana entre el 7 y el 9 de octubre de este año 2016, Sandra de Isidro imparte un curso en Winston, como dice ella es un sitio donde se puede aprender mucho por lo difícil que es llegar a algunos de estos caballos. No os perdáis uno de estos cursos, son altamente recomendables e imprescindibles.



Sandra de Isidro y Paula Barco, sentadas en el centro del redondo sin moverse, con un cubo de comida a sus pies, para que el potro alazán Kerry se vaya acercando confiado poco a poco, éste caballo quiere llegar al pienso pero no puede, algo se lo impide, es el miedo que tiene grabado a fuego en su mente de experiencias desagradables anteriores. Mantiene el espacio y lo hace como defensa para poder huir en cualquier momento, se le ve con sus manos clavadas hacia adelante, a veces se acerca lo suficiente y consigue su premio. Desde que llegó ha avanzado mucho y va confiando más en el hombre, se deja tocar un poco.
Entra en el picadero con dos yeguas, una alazana y otra negra y sus potrillos de cuatro meses, yeguas muy hermanadas y los potrillos amigos de juegos, están juntos todo el tiempo. Forman manada y va interactuando con todos, luego se queda con la yegua alazana y su potrillo porque son los más esquivos, el potro no se deja tocar, habrá heredado el carácter de su madre, va consiguiendo que el potro confíe y se acerque, Sandra agachada acerca su mano para que el potro la huela, después coge la pluma de su pelo y acaricia con ella un poco al potrillo, la sesión no dura más de 10 minutos para no aburrirles, ni agotarlos mentalmente.
Yo cuidare de ti al igual que tu cuidaras de mi, palabras de Sandra de Isidro que intenta que el caballo entienda y lo hace procurando ser lo más parecida posible al caballo, por eso cuando está en el redondo con él, imita sus expresiones corporales y juega para ir conociéndole. Se sincroniza y se coordina con el caballo como si fuera un baile con mucha armonía. Así trabaja Sandra, poniéndoselo fácil, enseñándole por partes paso a paso. Descartando que el caballo no quiere hacer algo, centrándose en que no lo hace porque no puede por miedo, por algún dolor, por no estar preparado o por no disponer de fuerza suficiente.



Es una gran profesional, posee una Equinidad y Humanidad asombrosas, siendo tan joven, hasta dónde llegara, sabe mucho de caballos, sabe entrar en su interior, tocar sutilmente su alma y lo que más me impresiono es que al igual que conquista a los caballos sabe transmitir su sabiduría a todos nosotros los humanos, para que nos sirvamos de sus conocimientos, en beneficio de nuestros amigos nobles brutos. Le digo que no todos tenemos tan buena mano o ese don que ella tiene y me afirma que eso trabajando y practicando lo puede conseguir el que se lo proponga.  
            Lleva unas plumas en su sombrero negro y otra en la punta de un mechón de su pelo sujeta con una goma, como si hubiera heredado de los indios no sólo sus adornos sino también su sabiduría de vida, su templanza, sosiego, paciencia, alegría y fuerza. Su amor por la libertad, por la naturaleza y por una vida salvaje más propia de sus amigos equinos. Será por eso que Sandra se entiende tan bien con ellos.
Es necesario integrarnos en la naturaleza  y asilvestrarnos un poco para conectar con nuestros caballos.
Sandra y yo tenemos la mejor maestra, que es Lucy Rees y coincidimos en que cuando tenemos alguna duda o no sabemos que hacer, pensamos en cómo lo haría ella en ese momento.
Cuando me despedí le dije qué si podía escribir sobre ella, y me dijo que si, creí que me sería difícil, pero ha sido un grato placer el haberlo hecho.


David Muriel Holgado.